En poco más de tres días, los empleados del Ayuntamiento de Valencia se han visto obligados a recoger del suelo los restos de dos palmeras caídas en diferentes puntos de la ciudad.

Si el martes se desplomaba una de las que adornan la calle peatonal de Gregorio Gea a primera hora de la mañana, ayer caía una de las palmáceas situadas en los márgenes de la avenida Ausiàs March, cuyo tronco sufrió una rotura en su parte alta. Tras un fuerte "crujido", según dijeron testigos del suceso, la palmera terminaba desmoronándose sobre el carril para bicicletas del que dispone la acera de esta vía, sin que nadie resultara herido y sin daños materiales que lamentar. Eran alrededor de las 13.00 horas de la tarde.

Vecinos y trabajadores de la avenida que se encontraban en el lugar de los hechos no dudaron en criticar el estado de algunas de las palmeras de este tramo de la vía. A diferencia de lo advertido en Gregorio Gea, aquí los troncos no presentan signos de "estrangulamiento" o fragilidad, aunque la gran cantidad de dátiles acumulados entre las palmas puede provocar problemas de estabilidad, según los vecinos. El elevado peso de los frutos ha forzado que los troncos de algunos ejemplares se hayan doblado hasta dibujar curvas pronunciadas, algo también provocado por la búsqueda de las plantas del máximo de luminosidad.

Pese a la contrastada flexibilidad de las palmeras, varias voces de la zona señalaron que "este invierno, cuando había días de viento, ya pensábamos que alguna iba a terminar cayendo. Muchas están muy dobladas y nadie ha venido a arreglarlas".

Los técnicos municipales desplazados al lugar en el que se encontraba el ejemplar caído precintaron la zona y comenzaron los trabajos de retirada de los restos de la planta poco minutos después del suceso. Ante las preguntas de este periódico, los empelados del ayuntamiento prefirieron no realizar declaraciones sobre las posibles causas que han motivado que en apenas 72 horas dos palmeras ubicadas en diferentes sectores de la ciudad de Valencia hayan terminado por los suelos.

Este episodio coincide con la caída de otras cinco palmeras durante el mes de julio en Alicante, donde el ayuntamiento ha abierto una investigación.

Analizan las causas de las caídas

La Concejalía de Parques y Jardines sigue analizando los ejemplares que han sufrido los desplomes y hasta el momento no se ha comunicado de forma oficial las razones que han originado ambas caídas. El estudio de la palmera fracturada el martes descartó la posibilidad de que hubiera alguna enfermedad presente en las palmáceas de la zona, mientras que en el caso de la de ayer, se analiza ahora por qué se produjo la rotura del tronco en su parte alta.