El aeropuerto de Ciudad Real, el primero de España de gestión privada, fue el primero en abrir y el primero en cerrar. Acogió el primer vuelo el 18 de diciembre de 2008, tras una inversión de 1.100 millones de euros. El 13 de abril de 2012 cerró su única pista (la más larga de Europa con 4.000 metros de longitud) tras dos años en los que operó como un "aeropuerto fantasma" con una media de dos vuelos diarios y atendiendo a una decena de pasajeros por vuelo. Desde aquel fatídico día para la historia de la comunicación aérea española permanece cerrado a todo tipo de operación.

El aeropuerto sin aviones de Castelló, el ejemplo en la prensa internacional del despilfarro en España, siempre ha sido una obsesión del ex presidente de la Diputación de Castelló, Carlos Fabra. Apadrinado sucesivamente por tres presidentes autonómicos, Eduardo Zaplana, José Luis Olivas y Francisco Camps, requirió de una inversión de 150 millones de euros, y se inauguró el 25 de marzo de 2011, pese a que no podía albergar operaciones. Posteriormente, se supo además que había que ampliar la pista por un error de cálculo. Ha servido de pista para una prueba ciclista, para pasear en visitas organizadas y ha acogido una exhibición de golf.