El secretario judicial Vicente Vallet abandonó el anonimato el 26 de octubre de 2011. Ese día los telediarios nacionales mostraron a Vicente Vallet extrayendo una bola con el número 28 de un bingo de juguete comprado en un chino. La bola marcó el destino del expresidente del Consell Francisco Camps y del exnúmero dos del PPCV Ricardo Costa porque estableció la identidad del jurado que los absolvió tres meses después.

El sorteo fue el primer acto judicial con gran trascendencia pública de Vallet en la sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV). El secretario judicial relevó en el cargo a María Ángeles Momparler, una jurista de prestigio que estuvo casada hace años con el exdelegado de Gobierno socialista Ricardo Peralta y que pidió el traslado a una sala de lo Contencioso-Administrativo por motivos personales.

Los cinco jueces de la sala de lo Civil y Penal y el propio secretario cada día son más conocidos por la sociedad por la repercusión de los asuntos penales que tratan. Hasta hace unos años solo trascendían los nombres de jueces estrella de la Audiencia Nacional como el sancionado Baltasar Garzón, pero cada día más personas conocen a magistrados como el instructor de la causa de los trajes, José Flors; el presidente del juicio con jurado contra el expresidente del Consell, Juan Climent; o el que está al frente de la investigación de la financiación del PPCV, José Francisco Ceres. En la sala también trabajan la presidenta del TSJCV, Pilar de la Oliva, y la magistrada María Pía Calderón, que se va a hacer cargo de la causa de la cooperación en cuanto se confirme la imputación del exconseller Rafael Blasco.

La sala de lo Civil y Penal, que es la que se encarga de instruir y juzgar las causas con políticos aforados, está formada por cinco magistrados y el secretario judicial. Vicente Vallet es como el director ejecutivo que se encarga de que nada falle. El secretario judicial es el responsable del control procesal de todos los procedimientos y reparte los asuntos de acuerdo con las normas establecidas por la sala. El TSJCV está distribuyendo los asuntos por un turno rotatorio.

La sala ha pasado en los tres últimos años de dedicarse casi en exclusiva a tramitar asuntos civiles a instruir causas contra dirigentes políticos de peso como los propios Camps y Costa, el exportavoz del PSPV Ángel Luna, y el exalcalde de Torrevieja Pedro Hernández Mateo.

Candidato electoral

Vicente Vallet es todo un personaje. Según se puede comprobar en el Boletín Oficial de la Provincia, en el año 2007 formó parte como segundo suplente de la agrupación de electores «Lista Independientes de Chelva». Vallet tenía diez candidatos por delante de él y en el improbable caso de que hubiera obtenido un acta de concejal tendría que haber elegido entre el cargo político o su trabajo como secretario porque €según advirtieron fuentes judiciales€ son puestos incompatibles.

Las personas que tratan con él a diario aseguran que es un «secretario muy trabajador que llega al TSJ a las siete y media de la mañana y que continúa allí pasadas las seis de la tarde».

Vallet siempre ha sido un profesional con inquietudes. Fue cofundador de la Unión Progresista de Secretarios Judiciales en 1990, y ha sido patrono y secretario de la Fundación por la Justicia de Valencia.

La gran pasión de Vicente Vallet es la historia. El secretario judicial es el cronista oficial del vizcondado de Chelva y pertenece a la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales. Hace tres años publicó el libro «El señorío de Chelva y sus señores» en el que analiza los linajes de los Jérica durante los siglos XII y XIV. El libro repasa en 375 páginas la historia medieval de Chelva y de municipios como Alcublas, Jérica, Viver o Caudiel. Vallet es un experto en historia nobiliaria y forma parte de la Academia de Genealogía y Heráldica de Valencia. Su vocación le ha llevado a ser un especialista en la historia del medievo de la corona de Aragón y la de Castilla. El Ministerio de Justicia le concedió hace cinco años la Cruz distinguida de San Raimundo de Peñafort por su trayectoria profesional.