Técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) participarán el l próximo 16 de agosto, en Bruselas, junto con otros países europeos y Estados Unidos, a una reunión convocada por el regulador atómico belga, tras haber decidido parar el reactor de la central nuclear de Doel (norte de Bélgica) para analizar las "numerosas anomalías" detectadas en su vasija, según confirmaron fuentes del CSN.

El objetivo del encuentro será analizar los indicadores del deterioro de la vasija belga con aquellos países que también tienen materiales en sus centrales nucleares procedentes del mismo fabricante, la marca holandesa Rotterdam Droogdok Maatschappij, actualmente cerrada.

Desde mediados de los setenta y hasta la paralización de los programas nucleares en muchos países europeos, la firma holandesa suministró sus vasijas -un elemento esencial del núcleo del reactor- a una veintena de países incluido Estados Unidos.

En España, el fabricante holandés suministró sus vasijas a las centrales nucleares de Garoña y Cofrentes.

Inspección por ultrasonidos

Fuentes del CSN explicaron que el reactor belga parará hasta finales de agosto después de que una prueba volumétrica de ultrasonidos detectara lo que se denomina una "indicación" en la vasija del reactor. El objetivo ahora es analizar si existe realmente un defecto y si este defecto es aceptable o no. En caso de que no lo fuera, la central tendría que cerrar y si es aceptable, tendrá que estudiarse como solucionarlo, dijeron,

Las pruebas por ultrasonidos en los equipos esenciales se realizan prácticamente en cada parada para la recarga de combustible, aunque en el caso de la vasija es obligado hacerlo, como mínimo, cada diez años. La misión de las inspecciones es detectar agrietamientos, anomalías en soldaduras y en general en todos los elementos y tuberías por los que puede perder estanqueidad la vasija.

Las fuentes precisaron que tanto Cofrentes como Garoña no detectaron ninguna "indicación cuando se realizó la misma prueba en sus reactores- en Cofrentes se realizó en septiembre de 2011- y han recordado que aunque el material sea el mismo las centrales no son idénticas ni tampoco las condiciones en las que funcionan.

Ponen como ejemplo, que las tres centrales son del tipo BWR (agua a presión), pero la belga trabaja por su diseño con el doble de presión que la española, 157 atmósferas frente a 63 de Garoña o a 87 en Cofrentes, de modo que las tensiones que soporta son mayores.