Los emigrantes valencianos y sus descendientes en Argentina y Uruguay se han quedado sin profesores que les enseñen valenciano, la lengua de su terreta que algunos luchan por conservar a más de 10.000 kilómetros de distancia. El reciente anuncio de que la Acadèmia Valenciana de la Llengua va a invertir 24.450 euros para mantener los lectorados de catalán en las universidades europeas de Cambridge, Turín y Amiens —en colaboración con el Institut Ramon Llull— , escondía un «detalle». Ese dinero se ha detraído de la partida de «ayudas a la difusión y promoción del valenciano en los centros valencianos del exterior». Así pues, «ya que la Conselleria de Presidència no puede asumir los gastos de desplazamiento del profesorado», justifica la AVL, la docencia presencial de valenciano en los Centros Valencianos en el Exterior (Cevex) se sustituirá por cursos de lengua propia por internet.

De estos cursos de valenciano de 60 horas, impulsados en 2003, ya se habían impartido casi 60 ediciones en las ciudades argentinas de San Juan, Rosario, Bahía Blanca y Córdoba, así como en la capital uruguaya de Montevideo. Los cursos iban destinados a mayores de 14 años interesados en aprender a hablar y escribir correctamente en valenciano y obtener, tras el correspondiente examen, el certificado oficial de la Junta Qualificadora de Coneixements de Valencià. En ese programa a tres bandas, la Generalitat costeaba los billetes de avión del profesorado; la AVL seleccionaba al profesor y cubría los honorarios de la docencia y las dietas de manutención del profesor; y los Centros Valencianos en el Exterior facilitaban el alojamiento a los docentes. Pero la aventura americana del valenciano va a dejar de ser tan romántica y perderá ese regusto pedagógico de La Barraca de García Lorca.

Este año, con los recortes y la redirección de prioridades, ya no habrá profesores que se desplacen hasta las colonias valencianas en ultramar para enseñar la lengua de Ausiàs March al colectivo de emigrantes y descendientes de valencianos. La enseñanza se realizará por internet, en un curso telemático para el que se reserva «un máximo de 10.000 euros» y en el que colaborará la Conselleria de Turismo, Cultura y Deportes.

La Generalitat pagará a dos profesores para que dirijan el curso por internet. El material didáctico lo ha elaborado la Dirección General de Política Lingüística. La AVL, por su parte, se encargará de convocar el curso, seleccionar los alumnos y enviar material didáctico a los Centros Valencianos en el Exterior. Los cursos serán de nivel Elemental y Mitjà.

Todavía no hay fecha fijada para el comienzo del programa, cuando lo normal en años anteriores es que a estas alturas ya se hubieran enviado los profesores al extranjero. Desde la AVL, sin embargo, agregan que la situación ha venido forzada por el recorte de Presidència e intentan ver el vaso medio lleno. «Con el curso por internet ya no hay límites geográficos. Podrán participar no sólo los valencianos en Argentina o Uruguay, sino cualquier valenciano que esté en el extranjero», agregan.

«Clave para la recuperación»

El programa ahora anulado tenía cierto reconocimiento por los expertos. En el reciente libro Los valencianos en Uruguay, coordinado por el profesor de Sociología de la Universitat de València Víctor Agulló, se constataba que, con esos cursos, «la AVL y la Generalitat Valenciana se han erigido como las instituciones clave para la recuperación del valenciano fuera de las fronteras estatales, y todo ello en estrecha y permanente colaboración de los Cevex latinoamericanos».

Precisamente este ensayo recoge las motivaciones que animaban a los valencianos de Montevideo a seguir los cursos de la AVL y concluía que «se debía principalmente a razones de índole afectiva, por lazos familiares y culturales que no se querían perder o para poder hablar con los familiares de Valencia en valenciano. En definitiva, se planteaban el poder hablar y escribir en valenciano como una forma de enriquecimiento de su cultura y vínculos valencianos», subraya Agulló, que recogía dos testimonios de Uruguay. Amparo Valero explicaba la razón de su interés lingüístico: «Perquè sóc valenciana i [el valencià] és un trosset del meu cor». Carmen Daroca añadía: «Es el idioma de mi padre y me encantaría poder hablarlo, y también con otros valencianos». Ahora, han perdido el profesor que entraba a clase en persona y saludaba con un bona vesprada.

«No es lo mismo un docente de la “terreta” que un curso virtual»

Nativitat Serrano ha sido profesora de valenciano en Córdoba (Argentina) y Montevideo (Uruguay) en los cursos promovidos entre 2003 y 2011 por la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Ella explica que para los emigrantes valencianos, o para los miembros de la segunda generación, «es muy importante recibir a alguien que les hable correctamente en valenciano y que puedan mantener ese contacto durante los dos meses que dura el curso». Ayer, al conocer por este periódico que la docencia presencial será suplica por un curso en línea, Serrano aseguró: «No es lo mismo que los valencianos de Argentina o Uruguay tengan un profesor venido de la “terreta” que esté con ellos, que cambiar eso por un curso virtual de valenciano, sin docencia presencial. No es lo mismo», recalcó Serrano.