La enorme polémica generada tras la muerte de un toro cerril en Petrés ha hecho que el alcalde, Julio Sánchez, haya recibido en tres días más de 400 correos electrónicos que condenan lo ocurrido tanto este año como en 2011, cuando otro falleció otro animal al golpearse con una barrera. La mayoría de escritos reproducen el mismo texto redactado por colectivos animalistas que promovieron en internet esta acción. Sin embargo, algunos van más allá e incluyen insultos, amenazas e hirientes comentarios hacia el pueblo y sus habitantes. Uno de ellos incluso ha llegado a desear que la población "sufra un terremoto de escala 8".

Estos últimos mensajes han cogido por sorpresa al alcalde, quien "lamentaba estas reacciones" pero, sobretodo, la muerte del toro. "Lamento estos hechos desafortunados y que la población sea noticia por algo así que nunca hemos deseado. Ahora, tampoco es para recibir determinados correos", decía después de que varias televisiones a nivel nacional se hicieran eco de lo ocurrido después de que Levante-EMV informara en primicia.

Sánchez admitía no haber tenido tiempo de leer todos los correos recibidos sobre la muerte del toro y no tenía claro si los respondería. "Ahora hay que esperar a ver el informe de la policía autonómica respecto a la muerte del toro", aseguraba mientras el teniente de alcalde, Ernesto Carrascosa, matizaba que "el ayuntamiento no organiza los toros; es la comisión, sin ella no habría toros en Petrés".

La Policía Autonómica recabó ayer datos para el expediente que se ha abierto después de que el animal fuera incinerado. Entre otras cosas, visitó el lugar desde donde el animal fue arrastrado con cuerdas durante una hora hacia el toril, unos 20 minutos después de ser embolado, al ver que mostraba cansancio como por la tarde; un punto que, según Carrascosa, estaba "a solo 30 metros del corral".