El científico Santiago Grisolía reclama que los Premios Jaime I, que reconocen a la ciencia española y de cuyo jurado forma parte una veintena de galardonados con el Nobel, debería recibir "la misma atención" que tienen los Premios Príncipe de Asturias, que gozan de "una ayuda estatal muy grande".

"Creo que la Generalitat valenciana todavía no se ha dado cuenta de la importancia que tienen los Premios Jaime I", lamenta Grisolía.

Por contra, valora que una de las personas que sí se ha percatado de la relevancia de esos galardones -dotados con 100.000 euros cada uno- es la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ya que el Ayuntamiento patrocina una de las seis modalidades de premio.

Los Jaime I cumplen en 2013 su vigesimoquinto aniversario y Grisolía confía en su perdurabilidad: "Creo que seguirán los patronos, que nos han ayudado mucho, pero merecemos un poco más de cariño estatal y también de la Comunidad Valenciana".

Según Grisolía, que cada año ejerce de portavoz de la organización de estos premios y de anfitrión de los Nobel desplazados hasta Valencia, los Premios Príncipe de Asturias "reciben ayuda estatal y nosotros, no".

Aunque ha reconocido el "enorme prestigio e influencia internacional" que tienen los galardones concedidos anualmente en Oviedo, destaca que los Jaime I "son para la ciencia española y para que se conozca la labor de los científicos españoles".

"Hay que proteger estos premios a toda costa por la ciencia española", añade para insistir en que ambas convocatorias deberían recibir "la misma atención".

Así, ha pedido ya una reunión con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para pedirle ayuda "a través de Europa".

El científico valenciano, quien en 1990 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, asegura que tanto don Felipe como doña Letizia le han manifestado la importancia que para la ciencia española tiene el Alto Consejo Consultivo de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), del que forman parte premiados en los Jaime I.

Aunque en su juventud fue candidato a los Premios Nobel, confiesa que ya no confía en recibir ese galardón, aunque apunta que muchos de los investigadores y científicos premiados en los Jaime I "podrían ser posibles candidatos" a recibirlo.

Respecto a la repercusión que los recortes económicos pueden tener para el futuro de la ciencia española, el también presidente del Consell Valencià de Cultura señala que el producto científico tarda muchos años en ser trasnacional y es necesario "tener paciencia" para evitar que se paralice su profesión.

"Hay que evitar que disminuya la ayuda económica y sobre todo proteger a la gente joven, porque cuando eres joven es cuando tienes las mejores ideas y a esa gente hay que protegerla a toda costa", asevera.

Grisolía (Valencia, 1923) considera la conocida como "fuga de cerebros" en España hacia el extranjero debido a la crisis actual "una cosa relativa", pues a su juicio es importante que la gente salga fuera y conozca otros laboratorios.

No obstante, advierte de que no se debe estar en otro sitio más de tres o cuatro años: "Haces amigos, te casas y te quedas. Salir fuera es importante pero hay que dar la oportunidad de que vuelvan".