Los técnicos y responsables del Ministerio de Fomento admiten, en privado, a los constructores y empresarios de obra civil que no se prevén obras de forma inminente (en la actual legislatura o incluso más allá) en el corredor mediterráneo, al menos en lo que respecta a la Comunitat Valenciana. «No hay nada previsto más al sur del Puerto de Barcelona» reconocen en «petit comité» desde el departamento que dirige Ana Pastor a los empresarios de la construcción y la obra civil, agrupados en la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Seopan y la Asociación Nacional de Constructores Independientes (ANCI). Y, si Fomento no apuesta, tampoco lo harán desde la Unión Europea cuyo Europarlamento aprobó el pasado 5 de julio la emisión de 230 millones de euros para financiar infraestructuras (200 para redes de transportes y el resto para energía y tecnología de la información).

El objetivo del Ministerio de Fomento es, a corto plazo, finalizar las obras en marcha de duplicación de la vía única entre Vandellós y Cambrils (unos 400 millones de euros) que se iniciaron en el año 2000, pero que se paralizaron entre 2003 y 2008 y que continúan al ralentí desde 2011, debido a la crisis. Fomento también pretende completar las obras en el Puerto de Barcelona, la nueva terminal de contenedores (TCB), que contará con 6 líneas de ancho europeo para mercancías a partir de septiembre de 2013, por lo que podría pasar a liderar el tráfico de contenedores del mediterráneo. Para rematar esta estrategia, el dirigente popular catalán Jordi Cornet, delegado especial del Estado en el Consorci de la Zona Franca de Barcelona, confirmaba que el Estado pretende crear en Barcelona el mayor polo logístico de Europa mediante la gestión conjunta del puerto, el aeropuerto del Prat y la Zona Franca de Barcelona.

Así que en lo que respecta al corredor mediterráneo al sur de Tarragona, el Ministerio de Fomento prevé mantener congelado el trazado alternativo de alta velocidad Valencia-Castelló-Tarragona que podría alcanzar fácilmente un coste de 3.000 millones de euros. La apuesta de la Conselleria de Infraestructuras por el proyecto del tercer carril (que se instalaría en las vías actuales mediante una sencilla inversión de «apenas» 1.200 millones de euros) ha permitido al ministerio diferir las obras del nuevo trazado Valencia-Castelló-Tarragona y apostar por una alternativa (el tercer hilo o carril) cuyo proyecto aún empezará a redactarse en 2013.

Este cambio de preferencias explica el incumplimiento de la promesa que hizo la ministra Ana Pastor, en su única visita a Valencia como titular de Fomento, de que licitaría las obras por concesión del nuevo trazado del AVE entre Valencia y Castelló en mayo. Han pasado más de tres meses y nada se sabe de este contrato que vendría como anillo al dedo a los bonos europeos para financiar infraestructuras. Se trata, además, de un retraso preocupante ya que Pastor admitió en abril en el Palau de la Generalitat que había recibido del equipo de José Blanco (su antecesor en el Ministerio de Fomento) el contrato del Valencia-Castelló «listo para sacar a concurso». Para más inri, el tramo Castelló-Tarragona ya acumula casi un año de retraso en la publicación del estudio informativo que se adjudicó el 14 de diciembre de 2009 a Iberinsa (Ibérica de Estudios e Ingeniería SA) por 1,4 millones y un plazo de 24 meses, por lo que se deduce que Fomento lo tiene guardado en un cajón desde que llegó Ana Pastor al Ministerio de Fomento.

La lentitud en el ferrocarril mediterráneos, sobre todo al sur de Tarragona, contrasta con el ritmo que la ministra ha querido imprimir al AVE a Galicia donde a principios de agosto sólo quedaban por adjudicar 24 kilómetros. En las dos últimas semanas de julio se adjudicaron seis nuevos tramos del AVE a Galicia por casi 600 millones de euros, prácticamente toda la línea entre Lubián y Ourense que ya se encuentra adjudicada y en obras.

La estrategia da puntos a Barcelona para la autopista del mar

Si el puerto de Barcelona coge carrerilla, el de Valencia tiene todas las de perder si se impulsaran las autopistas del mar en el Mediterráneo. Las autopistas del mar son una apuesta europea para reducir el número de camiones en las carreteras a favor de rutas contínuas entre puertos marítimos, con buenas conexiones por carretera y ferrocarril. España e Italia trabajan desde octubre de 2009 en un acuerdo para impulsarla, aunque no se ha llegado a convocar el concurso al que deben optar las operadoras marítimas. Las autopistas del mar del atlántico entre Vigo, Gijón, Algeciras y Francia reciben 30 millones de euros anuales en ayudas.