La Comunitat Valenciana es después de Baleares la que más esfuerzos ha hecho para contener el gasto en personal, según el informe de Fedea. El estudio, que usa datos de ejecución presupuestaria correspondientes el primer trimestre de 2012, refleja una reducción de hasta un 4 % en el capítulo de personal respecto al año anterior. Baleares llega al 7 %, mientras que otras comunidades como Murcia incluso han incrementado sus gastos en este capítulo. La media autonómica de variación anual se sitúo en un 1 %. Castilla-La Mancha registra un descenso del 3 %. Los datos, con todo, no recogen todavía los severos ajustes en personal que se están ejecutando este verano.

La situación de tesorería de la Generalitat a 31 de junio de este año ofrece información que confirma los datos de Fedea. Los pagos por el capítulo 1 ascendieron a 2.417 millones de euros, un 3,7 % que lo pagado en este capítulo en el mismo periodo en 2011. Cabe indicar que, a diferencia de otros, el capítulo de personal es de los más fiables a la hora de analizar las ejecuciones mensuales. En este capítulo, los gastos se contabilizan de manera inmediata y no se producen retrasos en los pagos de las nóminas.

Junto a las medidas de ajuste salarial, el Consell que preside Alberto Fabra también ha puesto en marcha otro tipo de iniciativas que tienen como objetivo contener los gastos de personal. El plan de absentismo, las medidas de limitación de la tasa de reposición de efectivos, la amortización de plazas vacantes no ocupadas, la reducción de liberados, la congelación de ofertas de empleo público son algunas de las medidas centradas en el personal.Con todo, no parece que sea suficiente, ya que el cartucho de despedir interinos está a punto de utilizarse.

En principio, los cambios legales impulsados por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para poder despedir laborales temporales permitiría al Consell aliviar algo el capítulo de nóminas. Sin embargo, el personal laboral en la Generalitat es casi residual y concentrado en en el sector de la limpieza. La Generalitat es una de las autonomías con menos proporción de temporales ya que, primero con el Gobierno socialista de Joan Lerma; y después con los del PP, se pusieron en marcha diversos procesos de funcionarización.