¿Se puede realmente escapar de un sistema económico injusto como político o ciudadano?

Sí, y llevamos desde principios de los 80 demostrándolo en Marinaleda (Sevilla). Lo que nos venden de que el único sistema posible es el capitalista de producción es irracional. Hubo feudalismo, esclavitud, y todo ha ido evolucionando. Vendrá otro sistema y lo cambiará, porque no es un sistema divino, ni hecho por la naturaleza. El sistema puede y se debe cambiar. Hay dos tercios de la humanidad que no pueden comer; y el problema de la vivienda no se resuelve ni siquiera en los países ricos. Es un modelo depredador que puede hacer inviable la vida en este planeta. Debemos ir a una economía, un sistema, que sea para las personas, no para ver cuanto dinero puede ganar una minoría ridícula.

¿Cómo están demostrando en Marinaleda que hay alternativas reales?

Nosotros llevamos trabajando en ello casi desde que salimos elegidos en 1979 como Colectivo de Unidad de los Trabajadores, que se presenta a las elecciones bajo las siglas de Izquierda Unida. Se podría decir que somos el sector de izquierdas de Izquierda Unida.

Lo primero que hicimos fue iniciar una lucha por municipalizar la tierra para que la gente pueda trabajar. Hubo una lucha con un duque y con la junta de Andalucía para llegar a un acuerdo de cesión del uso de la tierra. Y con eso hemos creado cooperativas e industria de transformación de productos agrarios.

¿Y cómo funcionan?

A todo el mundo se le paga igual, 47 euros por jornada de 6,5 horas (unos 1.200 euros al mes); incluido el gerente. Y los beneficios se reinvierten para crear más puestos de trabajo. Hay 400 empleados en esta cooperativa.

¿Cuantos habitantes tiene el pueblo y cuál es la tasa de paro?

Somos unos 3.000 habitantes y la tasa de paro no es de más del 2%, y en muchos casos pedimos incluso trabajadores de fuera porque nos falta mano de obra. La gente principalmente trabaja en el campo o en sus negocios. Cada uno en lo que quiere.

¿Cuál es la fórmula del ayuntamiento para solucionar el problema del acceso a la vivienda?

Aquí hemos municipalizado todo el suelo comprando suelo rústico o, al final, si no había acuerdo, expropiándolo. Cualquier persona empadronada aquí tiene derecho a recibir un suelo para hacerse una vivienda. El ayuntamiento le pone el arquitecto municipal, los albañiles y el material. Eso sí, la persona, o un familiar, tiene que trabajar con ellos en la casa hasta que se acabe. Es una casa de 90 metros cuadrados y 100 de patio. Y luego paga 15 euros al mes de alquiler, que es el precio que la gente misma se ha fijado, aunque la casa puede pasar en herencia de padres a hijos. Lo único es que no se puede especular con ella. Hemos hecho ya 400 viviendas con este sistema.

¿Qué condiciones hay que cumplir para recibir ese suelo y esa ayuda?

Nosotros no le ponemos límite a nadie. Todo aquel que quiera tener una vivienda y se la quiera trabajar puede hacerlo. Eso sí, nosotros resolvemos la situación de la gente del pueblo; esto no es una respuesta global, así que pedimos que trabaje aquí o que esté dos años más o menos empadronado. Lo que le puedo asegurar es que en Marinaleda no hay ninguna persona hipotecada por su vivienda, que es uno de los mayores problemas que sufre la gente en España en la actualidad. Y la gente tiene acceso a servicios y un salario para vivir bien. Por ejemplo, aquí la guardería es pública y cuesta 12 euros al mes con comedor. Y el abono para la piscina de todo el año es de tres euros, así que cualquier familia puede tener acceso. Aquí todo es de gestión pública porque, si es eficiente, siempre va a ser más barato que de gestión privada, porque la privada quiere sacar dinero para un beneficio, y sale de algún sitio.

¿Y en cuanto al sistema de participación democrática?

Aquí todos los acuerdos se toman con el acuerdo en asamblea de los vecinos. La gente va aprendiendo y mejorando el sistema con la práctica. A veces hay opiniones contrarias, y es por eso que hay largos debates, pero al final siempre se da prioridad al interés común para las personas. Y los políticos no cobran más que la media del sueldo de las personas a las que representan. Yo no me creo a esos políticos que cobran 10 o 20 veces más que las personas a quienes representan.

¿Es realista trasladar este modelo a ciudades más grandes?

Claro que sí. Estamos pidiendo a la Junta de Andalucía que lo aplique en la comunidad. Tenemos suelo de sobra, y, ¿por qué no que la vivienda sea un derecho real y todo el suelo público, no para especular? Todos podrían tener vivienda, y es sólo una cuestión de voluntad política. Esta crisis no es más que una estafa. Hay que rebelarse e ir a otro modelo. Y queremos que la gente vea que hay cosas concretas que no son sólo teorías filosóficas y sí se pueden hacer, y que estamos demostrando que funcionan.