Los servicios de urgencia hospitalarios y de atención primaria han atendido este verano durante la dos olas de calor -la de julio y la actual- a 72 personas con trastornos ocasionados por las altas temperaturas, según informó ayer a Levante-EMV la Conselleria de Sanidad, que precisó que 44 fueron tratados en hospitales y 28 por los equipos sanitarios de los centros de salud. Este año no se han registrado fallecimientos por golpes de calor.

La mayor parte de los afectados eran enfermos crónicos y de edades avanzadas, aunque a los hospitales también llegaron ciclistas y deportistas jóvenes con cuadros de deshidratación por practicar deporte en las franjas horarias de mayor intensidad solar.

Un especialista de urgencias del hospital General de Valencia observó que aunque las personas mayores cada año son más receptivas a los consejos para prevenir los efectos del calor, algunos de ellos han empeorado por tener que restringir el uso de ventiladores y del aire acondicionado debido a la situación económica.

Los más afectados son las personas con enfermedades respiratorias, los cardiópatas y los que tienen trastornos metabólicos como diabetes u obesidad

En Xàtiva que casi siempre registra las temperaturas más altas de la Comunitat Valenciana, el jefe del servicio de urgencias del hospital Lluis Alcanys, Javier Millán, declaró que este año no han tenido ingresos por "golpes de calor" y que de la totalidad de casos tratados en esta última ola de calor solo quedaron ingresadas dos personas mayores que estaban encamadas que tenían dificultades para tragar y otra con patología cardiaca que se descompensó.

El resto de casos atendidos correspondieron a personas con cuadros de deshidratación, con limitaciones funcionales y de dependencia para moverse y personas ingresadas en residencias de ancianos con afecciones crónicas.

El doctor Millán afirmó que los dos grupos que han protagonizado mayor número de asistencias urgentes este verano han sido el de los mayores de 65 años y el niños menores de cinco, aunque resaltó que hay un tercer colectivo de riesgo que es el de los jóvenes que hacen deporte en las horas de máximo calor que acuden con mareos y calambres.

El problema más frecuente en los menores también ha sido la deshidratación, "porque su organismo no se adapta a los cambios bruscos de temperatura y, al igual que en las personas mayores, sufren alteraciones en los mecanismos de termorregulación al no poder eliminar el calor a través del sudor, los pequeños por inmadurez y los mayores por envejecimiento y por afectaciones neurológicas, demencias, ictus o insuficiencia cardíaca", explicó Millán.

Los cuadros más graves son las hipertermias malignas, los síncopes y las situaciones de descompensación. Este año, sin embargo en el hospital de la capital de la Costera no ha tenido que atender casos de deshidratación graves. Desde los últimos seis años, que el doctor Millán está al frente de urgencias del hospital de Xàtiva la patología en esta época ha variado muy poco. Ni siquiera la hora de llegada de los pacientes afectados por el calor que suele ser siempre a media tarde.