A falta de financiación oficial y con un grupo de socios atrapados en sus pensiones, el presidente de la Asociación de Vecinos del Carmen, Miguel Wiergo, ha decidido poner a la venta parte de la biblioteca de la entidad para pagar los recibos del local que ocupan en la calle Portal de Valldigna y así poder mantener su actividad. El lugar elegido es la calle Navellos, cerca de la Plaza de la Virgen, y los libros que vende son ejemplares repetidos de los que editó la asociación con ayudas públicas y a día de hoy conservan varios ejemplares.

Cuenta Miguel Wiergo que su asociación tiene más de 200 socios y es una de las más activas de Valencia, prueba de lo cual, recuerda, son sus numerosas campañas y actividades en el barrio del Carmen, de las que la prensa da cuenta de forma habitual.

En condiciones normales, esa masa social le permitiría funcionar con comodidad, ya que «otras asociaciones lo hacen con muchos menos socios», pero en su caso hay dos problemas: su enemistad con la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, que lo mantiene fuera de la entidad y lo priva de los 700 euros anuales de subvención; y la edad de los socios, la mayoría de ellos pensionistas y muy limitados económicamente. «Ya estaba cansado de ir puerta por puerta y al final decidí no cobrar a nadie», asegura Wiergo.

En estas condiciones y dado que el local lo tienen cedido por el ayuntamiento desde los tiempos de Pérez Casado, el reto es conseguir pagar los recibos. Y dado que ahora él también es pensionista, la única solución ha sido tirar de los fondos bibliográficos de la asociación, editados y acumulados en los años en que Europa obligaba a dar parte de sus subvenciones de obras a las entidades culturales y sociales. También tiene libros «de cuando tenía buena relación con la Diputación», cuenta.

Los vende desde 1 a 15 euros y no le va mal. «Hoy he hecho 30 euros y mañana mismo voy a pagar el recibo de la luz. La cuestión es poder seguir trabajando», explica.