Un centenar de personas quedaron atrapadas ayer en un supermercado de la playa de Tavernes de la Valldigna tras producirse un corte en el suministro eléctrico que impidió que los dependientes del establecimiento pudieran cobrar los productos que habían adquirido, lo que generó un enorme caos en el comercio, cuyo tamaño es bastante reducido.

La enorme tromba de agua que cayó sobre el municipio afectó a una instalación eléctrica que se encuentra situada en una zona muy próxima al supermercado y dejó varias horas sin suministro eléctrico, además, a decenas de edificios cercanos a la playa.

Las personas que se encontraban en el interior del supermercado tuvieron que esperar más de dos horas en el interior del mismo para poder ser definitivamente atendidas por los empleados una vez se restableció el suministro eléctrico y con ello la normalidad.

La situación provocó que algunos de los clientes llegaran a increpar a los dependientes, los cuales no daban abasto intentado solucionar los problemas derivados del corte de luz. Hubo incluso una mujer que tuvo que ser atendida por un ataque de ansiedad.

Según afirma una testigo, que también estuvo atrapada en el interior del supermercado "aquello era un caos, había gente gritando y muy alterada que incluso hicieron llorar a uno de los trabajadores del supermercado. No sabían qué hacer, estaban desbordados".

Colapso absoluto

Ni las máquinas registradoras, ni las cortadoras de la carnicería y la charcutería, ni los hornos del pan. Durante el tiempo en el que el suministro estuvo cortado no funcionó absolutamente nada, lo que contribuyó a acrecentar el caos vivido en el interior del supermercado. "La cola para la caja llegaba desde la entrada hasta el final del supermercado", relató a este periódico la testigo. Por la tarde, algunas horas después de la tormenta, el establecimiento ya funcionaba con total normalidad.

Otra consecuencia del corte de luz fue una pequeña inundación que se produjo en la avenida la Marina, la vía más céntrica y transitada de la playa de Tavernes. Desde el pasado verano cuenta con unas bombas de extracción que expulsan el agua acumulada hasta la alcantarilla. Dichos elementos funcionan conectados a la red eléctrica y el hecho de que ayer estuvieran parados durante unas horas provocó que algunos de los tramos de esta vía quedarán anegados.