Apenas tres semanas después de que fueran adjudicados los 32 primeros huertos urbanos de Sociópolis, siete de ellos ya han sido sembrados y el resto empezarán a cobrar su natural color verde conforme sus nuevos hortelanos vayan volviendo de vacaciones. A falta de grandes novedades en cuanto a la terminación o comienzo de nuevas promociones, los huertos se han convertido, por tanto, en el mejor revulsivo de esta macrourbanización montada en la pedanía de La Torre.

En principio, la previsión y el diseño de Sociópolis, obra del arquitecto y urbanista Vicente Guallart, incluye más de 300 huertos urbanos diseminados por toda la urbanización, que se compone de 18 promociones para alrededor de 3.000 residentes. Ahora, no obstante, y dado que sólo hay siete promocione en marcha y los primeros vecinos apenas llevan un año, se han adjudicado los primeros 32 huertos, seleccionando entre las múltiples peticiones a quienes tuvieran mayores apuros económicos y con preferencia para los vecinos de La Torre.

Con el Consell Agrari

Esa adjudicación se ha conocido en agosto y ya se han sembrado siete, siguiendo siempre el asesoramiento de los profesionales del Consell Agrari de Valencia, que tiene su sede allí mismo y ya cultiva algunos de estos huertos para entregar la producción (llevan alrededor de 3.000 kilos) a entidades sociales como Casa Caridad.

En el Consell esperan que el resto de los huertos eche a andar conforme la gente vuelva de vacaciones. De hecho, ayer acudieron varios jóvenes para informarse del procedimiento y empezar a trabajar en sus propias parcelas, que tiene en torno a los cien metros cuadrados.

Operativamente hablando, el reto es fácil. Una vez pagado el pequeño canon de la adjudicación y realizado el sorteo, los agraciados que no tengan experiencia en la materia sólo tienen que ponerse en manos de los profesionales del Consell Agrari, que les facilitan semillas, les indica, en su caso, dónde pueden adquirir planta, les aconsejan sobre los productos de cada época e incluso les enseñan a regar para aprovechar lo mejor posible el agua que cada martes les sirve la acequia de Favara.

A partir de ahí, ellos tienen que poner el trabajo y cultivar lo que más les intereses y en la cantidad que quieren. Lo único que está prohibido es comercializar el producto. El enfoque de estos huertos tiene que ver más con el medio ambiente, el esparcimiento o el abastecimiento familiar en el sentido más amplio de la palabra.

De momento, las hortalizas que más éxito tienen son los tomates y las alcachofas, aunque también hay lechugas, habas, escarola etc., todo muy incipiente y levantando apenas unos centímetros sobre la tierra.