El Consell que preside Alberto Fabra ha pedido ya al Gobierno en lo que va de año y al margen de la financiación ordinaria cerca de 12.629 millones de euros, una cifra que prácticamente iguala el presupuesto de la Generalitat de este año, que asciende a 13.000 millones de euros. De esta cantidad que el Gobierno valenciano pretende obtener gracias a la mediación del Estado, más de 8.000 millones ya han llegado a las arcas autonómicas y han servido para pagar facturas pendientes y los vencimientos de deuda. Pese a lo abultado de la cifra, no es suficiente. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, amplió ayer a 4.500 millones la solicitud de ayuda al Gobierno, que espera se atienda en breve.

Las palabras del presidente causaron un considerable revuelo ya que dio a entender que esta cifra -los 4.500 millones- serían pedidos a cuenta del conocido como fondo de rescate. Esto suponía elevar en 1.000 millones la adhesión de la Comunitat Valenciana al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), que se cuantificó inicialmente en 3.500 millones. Posteriormente y cuando la noticia ya había tenido repercusión nacional, Presidencia de la Generalitat matizó las declaraciones del jefe del Consell y precisó que sólo se pedirá al FLA unos 3.500 millones, mientras que los restantes 1.000 millones serán reclamados al Gobierno por otras vías y tienen como objeto facturas pendientes.

Declaraciones confusas

Con todo, la confusión la inició el día anterior el titular de Economía, Máximo Buch, cuando, coincidiendo con el anuncio de Cataluña de solicitar al FLA 5.023 millones de euros, avanzó que la Generalitat necesitaba recursos superiores a 3.500 millones. Ayer, durante una acto en Castelló, Fabra fue cuestionado sobre las declaraciones de Buch. A la petición de que precisara qué cifra se solicitaría finalmente del FLA -dotado globalmente con 18.000 millones-, Fabra indicó que todavía no se sabía, ya que dependía de las peticiones de otras comunidades. Acto seguido explicó: "En nuestro caso, solo la emisión de deuda que era del 1,5%, supone 1.600 millones de euros y el nivel de vencimientos que tenemos hasta final de año son de 2.000, lo que hace una cantidad superior a los 3.500-3.600 millones de euros". Y añadió: "Hemos acometido también a través del instrumento que nos posibilitó el Gobierno el pago a proveedores, pero hay una cantidad que no estaba contemplada, como era el tema de conciertos con ayuntamientos, subvenciones y ayudas; también queremos contar con que el Gobierno nos de la posibilidad de ponernos al día", dijo. Y continuó: "Por eso vamos a intentar que dentro de las posibilidades de esos 18.000 millones de euros, además de los vencimientos y de la emisión de la deuda, podamos conseguir el máximo para poder atender esas obligaciones. Pero no lo sabremos hasta que no se haga el reparto".

La jornada estuvo marcada por un repunte de la prima de riesgo que escaló hasta los 527,19 puntos básicos, su máximo desde el 13 de agosto, un aumento que algunos expertos adjudicaron al "al miedo de los inversores a que el fondo de liquidez para atender las peticiones de ayuda de las diferentes comunidades autónomas sea insuficiente". La situación obligó al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a lanzar un mensaje de tranquilidad al afirmar que el fondo no se agotará y que la solicitud de ayuda de Valencia y Cataluña ya era conocida por Hacienda.

Al margen de los 4.500 millones que el Consell necesita del Gobierno, Madrid ha adelantado ya al Consell un total de 8.129 millones de euros; a saber: 4. 354 millones del Plan de Pagos a Proveedores; 718 millones de los anticipos de la liquidación del modelo de financiación relativo a 2010, y unos 2.835 millones de la línea ICO de vencimientos. A estas cantidades habría que sumar el importe derivado de la extensión de 5 a 10 años de la devolución de las liquidaciones negativas de 2008 y 2009. El impacto anual es de unos 226 millones.