El conseller de Sanidad, Luis Rosado, ha asegurado hoy que los inmigrantes en situación irregular que queden sin derecho a tarjeta sanitaria continuarán siendo atendidos como el resto de ciudadanos en todos los centros públicos valencianos de salud, si bien esta prestación les será ahora facturada.

El coste, según ha especificado en rueda de prensa, se le cargará a su seguro (en el caso de que lo posea), a su país de origen (si existe convenio bilateral) o al propio paciente, pero en ningún caso los médicos y las enfermeras deberán dejar de atenderlos, algo que será aclarado a todos los profesionales sanitarios mediante una instrucción de la Conselleria.

Si los pacientes no tienen recursos para hacer frente a la factura podrán recurrir a las ayudas de la Conselleria de Bienestar Social, de los ayuntamientos y de las ONG, ha señalado Rosado, quien también ha negado que vayan a suprimirse los tratamientos crónicos a estos enfermos.

"Lo único que cambiará a partir del 1 de septiembre -día en el que entrará en vigor este nuevo modelo sanitario- es que unas 30.000 personas que habían accedido a la tarjeta sanitaria por empadronamiento tendrán que demostrar una situación no irregular para poder acceder a la misma" y tener cubierta así la prestación sanitaria.

El conseller ha asegurado que no se trata de una norma recaudatoria o hecha para perjudicar a los inmigrantes irregulares, sino para "evitar que las personas que sí que tienen ingresos se aprovechen de una atención sanitaria" que no reciben en su país de forma gratuita.

"Quien acuda a partir del sábado a un centro de salud será atendido como siempre, nadie se va a quedar sin eso. Después de la asistencia, la Administración verificará si el enfermo tiene derecho a recibir esta atención de forma gratuita", ha insistido.

No obstante, Rosado asume que muchas de estas facturas quedarán sin abonar, bien porque el enfermo no tenga recurso alguno para pagarlas o bien porque haya mentido al registrar sus datos en el centro de asistencia.

"Sabemos que en estos casos no podremos hacer nada, pero es que el objetivo verdadero es evitar el abuso de los que sí pueden pagar", casos como el del "turismo sanitario", ha reiterado.

Rosado lamenta que el real decreto que modifica el modelo sanitario se haya interpretado de forma "coercitiva", porque atender a los pacientes es "una obligación" para todos los profesionales sanitarios.

"El trabajo de médicos y enfermeras no van a cambiar. Lo único que varía son las condiciones de aseguramiento", el código deontológico "nos impide dejar de atender a nadie", ha dicho el conseller.

El titular de Sanidad ha transmitido hoy estos mismos argumentos al sindicato de médicos y enfermeras CEMSATSE, que considera que la "asistencia universal" está "garantizada" en la Comunitat Valenciana.

"Los médicos y enfermeros consideramos que esta medida es acorde con nuestro deber de asistencia y con el actual derecho penal", señala el sindicato en un comunicado.