Sorteando todos los obstáculos posibles y sin el servicio de transporte escolar, unos 60 alumnos de Infantil de las pedanías de Valencia de Borbotó, Carpesa y Poble Nou, Massarrojos y Casas de Bárcena, y la vecina localidad de Vinalesa acudieron a pie ayer a su colegio en Benifaraig porque volvieron a quedarse en tierra, sin ser recogidos por el autobús a pesar de llevar plazas vacantes.

La sorpresa del viernes, primer día de clase, fue menor ayer y decenas de familias acompañaron a los afectados andando hasta el colegio pero con las mochilas transportadas en un carro. El recorrido se realizó por un camino sin aceras ni arcenes, entre coches, o por caminos rurales, y con acequias a ambos lados.

No obstante, estos alumnos de 3 a 5 años volverán a hacer uso del transporte escolar de forma inmediata, aseguraron tanto desde la Conselleria de Educación como desde la misma asociación de padres de alumnos del colegio Manuel González Martí. Éste fue el compromiso del secretario autonómico de Educación, Rafael Carbonell, y el director general de Centros, Jorge Cabo, en la reunión con los responsables del AMPA.

Estas fuentes indicaron que, según les explicaron, la supresión del servicio de autobús ordenada por la Generalitat «no tiene nada que ver con los recortes sino que obedece a motivos técnicos relacionados con la presentación de las solicitudes por parte de las familias al centro educativo».

Los padres trasladaron a los representanes de la conselleria su malestar por la situación porque «altera el inicio de las actividades académicas» de los estudiantes del centro.

Tanto por problemas con los listados como por vivir a menos de tres kilómetros en línea recta del centro educativo, unas diez localidades se han visto afectadas con problemas en el servicio del transporte escolar, indicó un portavoz de la misma conselleria, que recordó que en el caso de Infantil es una enseñanza no obligatoria.

Así, la retirada del transporte escolar para los niños de Infantil también ha afectado a Macastre, mientras que los niños de Chiva y de una ruta de Requena fueron al colegio en el transporte el viernes.

En el caso de Chiva, un grupo de profesores protestaron porque los niños subieron al autobús sin la cobertura del seguro de accidentes, porque no existía autorización de la conselleria.

También, decenas de familias que viven en urbanizaciones en la Pobla de Vallbona han dejado de recibir este servicio. Este curso, Educación ha desvinculado la beca de comedor de la de transporte a la vez que ha impuesto el criterio de que el alumno debe vivir a tres kilómetros en línea recta del colegio.