El incremento de las ratios, con grupos de bachillerato compuesto por 46 alumnos en algunos casos, marca la entrada de los estudiantes en la educación secundaria y la formación profesional de la Comunitat Valenciana cuyas clases comienzan hoy para 324.000 alumnos de estos niveles.

Aun así, los directores y docentes de estos centros han conseguido que el número de alumnos por aula se ajustara a lo que marca la ley de 1,5 metros por estudiante, tras exponer a la inspección educativa que el aumento de 36 chicos por grupo en la ESO y de 42 en el bachillerato excedería este parámetro, con los riesgos de seguridad que supone.

El presidente de los Asociación de Directores de IES, Vicent Baggetto, expresó ayer a Levante-EMV que se espera un curso «complicadísimo» por las medidas de ajustes del Estado y autonómicas, la reducción de haberes de los docentes y el aumento de horas lectivas. Destacó el incremento de las ratios que, aunque en general «no se disparan», dijo, supone «menos posibilidades de atención personalizada a los estudiantes por parte del profesorado».

Desde la Confederación de Padres de Alumnos Gonzalo Anaya, su presidente Tomás Sempere afirmó que «no podemos consentir grupos masificados de bachillerato con 45 y 46 alumnos por aulas, sobre todo en los mixtos» que agrupa estudiantes de las tres modalidades, tras el proceso de admisión de septiembre.

El sindicato CSIF, por su parte, reclamó más dotación de medios para las prácticas de los estudiantes de los ciclos formativos y FETE-UGT lamentó que haya alumnos a los que aún no se les ha asignado grupo en FP porque la Conselleria de Hacienda no ha autorizado su dotación docente. Asimismo, la conselleria adeuda a los institutos los gastos de funcionamiento del segundo cuatrimestre, que venció en agosto.