Jorge Ignacio Roca Samper tenía entradas de dinero en sus empresas de gestión de lodos muy importantes. Para cuadrar los balances y poder blanquear el dinero de Emarsa realizaba importantes compras en el extranjero, principalmente en Malta, según explicó a Levante-EMV un exsocio del empresario fugado. «Tenía grandes entradas de dinero pero las compensaba en las cuentas con grandes facturas de pagos», explicaron. Así, el prófugo conseguía no levantar muchas sospechas en Hacienda, ya que los beneficios de sus empresas eran mínimos. De hecho, el Ministerio Fiscal no puso pegas a sus sucesivas declaraciones en los años de mayor saqueo.

Las compras ficticias tenían que ver con material de depuración, con lo que era más difícil que levantara sospechas. Estas operaciones las realizaba desde su firma Printergreen, que adquirió supuestas máquinas costosísimas a Walnut Grove, una firma que también era suya y cuya pista sigue el juez que investiga el caso, como se observa en una comisión rogatoria a Malta en las que solicita información sobre trasferencias de esta sociedad a otras del país.

Los niños a servicios sociales

Por su parte, el juez ha notificado al departamento de Bienestar Social de Aragón que María Aladren se encuentra en prisión provisional para que adopte las medidas oportunas con los dos hijos menores de ésta, máximo cuando su padre Jorge Ignacio Roca se encuentra en paradero desconocido. Los niños, de cuatro y un año, residen en estos momentos con sus abuelos maternos.

Por otra parte, el juez desestimó la petición del abogado del exalcalde de Manises e imputado en la causa, Enrique Crespo, de haber aplazado la declaración de Aladren porque no iba a poder acudir al interrogatorio al tener un juicio, según una providencia a la que ha tenido acceso este periódico. El magistrado reconoce que el letrado tiene razón pero que la petición llegó demasiado tarde.

El juez también ha enviado una comisión rogatoria a Francia para que averigüen todos los negocios que Aladren realizó en el país galo.