La consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, defiende que el proyecto del tercer carril ferroviario es "una buena solución en estos momentos de dificultad económica" para que el AVE llegue a Castelló, porque permitirá el transporte de mercancías en ancho europeo y se potenciarán los puertos, "lo que genera riqueza y empleo. Estamos estudiando posibilidades técnicas para que el AVE (a Castelló) sea una realidad en esta legislatura, en los próximos años, con una inversión importante, pero no tan cuantiosa" como si se hiciera la plataforma nueva desde Valencia hasta Tarragona y cuyo coste ascendería a 5.000 millones de euros.

Bonig insiste en defender que lo que interesa es que el AVE llegue a Castelló y continúe hacia Tarragona y Barcelona, y por eso el tercer carril para pasajeros y mercancías es una solución alternativa "técnicamente posible para que sea una realidad cuanto antes".

Preguntada por las palabras del secretario de Infraestructuras y Sostenibilidad del PSPV y diputado en las Corts, Francesc Signes, que pidió la "dimisión inmediata" de la consellera por no defender la ejecución del AVE y conformarse con el tercer carril, Bonig replicó: "Una vez más, Signes pide mi dimisión y ha dicho algunos calificativos que si alguno de mis compañeros del PP se lo hubiese dicho a alguna miembro del PSPV se hubiera liado una buena", ha reconocido.

La consellera contraataca y recuerda que fue el ministro de Fomento José Blanco, del Gobierno socialista, quien rescindió en mayo de 2010 por problemas económicos la adjudicación de los tramos del AVE de Valencia a Castellón, "sin ni siquiera consultarlo con la Generalitat". Aunque obvia que Blanco de?jó preparado el concurso por concesión de las obras del Valencia-Castelló y que la actual ministra de Fomento prometió licitar en mayo, sin que se hayan tenido noticias al respecto desde entonces.

Aunque Bonig insiste en que "no vamos a renunciar a que la alta velocidad llegue a Castelló" y recuerda que Adif tiene que adaptarse a las nuevas necesidades presupuestarias, después de que "el Gobierno de Zapatero haya dejado en España una deuda de más de 900.000 millones de euros". El Ministerio de Fomento "tiene una deuda de 30.000 millones de euros que hay que devolver, y el AVE a Castelló tiene sentido y lo reclamamos en cuanto supone conectar con Barcelona y Tarragona, que es el auténtico corredor mediterráneo, el rentable", manifiesta.

La consellera explica que se buscan alternativas que permitan que la alta velocidad llegue de Valencia a Castelló "en el más breve plazo de tiempo y que además sea una inversión acorde a las necesidades presupuestarias" porque "construir una plataforma para ese AVE supondría muchísimo dinero y sobre todo muchísimos problemas constructivos" en algunas zonas, como el área metropolitana de Valencia y la Plana Baixa. Bonig recordó que Fomento elabora los proyectos para el tercer carril de mercancías, que según anunció la ministra estarán ultimados el primer trimestre de 2013.