La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Valencia calificó ayer de «aislada» la decisión de la Concejalía del Ciclo Integral del Agua de retirar la mutilada estatua de San Luis Beltrán, situada en una fuente junto al Almudín, y sustituirla por una réplica. Aunque hay numerosas estatuas de su competencia que han sufrido actos vandálicos similares, insisten en que no hay dinero para retirar y hacer réplicas de todas las figuras, rotas y no rotas, que hay en la ciudad, que podrían superar las 150. Sí se está haciendo una valoración de las más dañadas, entre ellas las de Ponzanelli, en Viveros, para restaurarlas progresivamente y devolverlas a su emplazamiento actual.

Fue precisamente el estado de las cuatro estatuas de Ponzanelli el que hizo saltar la alarma entre los expertos y entre el Grupo Socialista del Ayuntamiento de Valencia, que denunció su estado y publicó unas fotos en las que se apreciaba que a tres de ellas le faltaba la cabeza y la cuarta no tenía un brazo.

La gravedad del asunto hizo que todas las miradas se volvieran sobre la Concejalía de Cultura, de la que es responsable Mayrén Beneyto, pero ya entonces este departamento comentó que la opción de sustituir todas las estatuas por réplicas, como reclamaban los socialistas, era inviable económicamente.

La sorpresa ha saltado ahora al saberse que la estatua de San Luis Bertrán, que había vuelto en julio a la fuente situada a la entrada del Almudín después de gastar 6.000 euros en su reparación, había vuelto a ser mutilada y la Concejalía del Ciclo Integral del Agua, responsable de la pieza al tratarse de una fuente abrevadero, había decidido retirarla, esta vez sí, y colocar una réplica en su lugar.

Tal decisión hizo pensar en un posible cambio de actitud dentro del equipo de Gobierno municipal, pero la realidad es que no, que cada delegación actúa según sus criterios y su liquidez.

Fuentes de la Concejalía de Cultura, que es la responsable del grueso de las estatuas de la ciudad, aseguró que el caso de San Luis Bertrán es «aislado» y no sienta precedente en Valencia. «Esta fuente pertenece al Ciclo Integral del Agua, porque es una fuente abrevadero, y ellos han decidido sustituirla por una réplica, pero nosotros no podemos hacer eso con las más de 150 estatuas que hay repartidas por toda la ciudad. No hay dinero para eso», aseguraron las fuentes.

Restauración progresiva

Lo que sí está haciendo la Concejalía de Cultura es estudiar la situación de todo el patrimonio escultórico y proceder progresivamente a la reparación de aquellas piezas que estén deterioradas, empezado por las de mayor valor patrimonial.

En este sentido, las fuentes confirmaron que se está estudiando la situación de las esculturas de Ponzanelli en Viveros para retirarlas y restaurarlas. La próxima semana podría haber noticias en este sentido, dijeron las fuentes, que aseguran que será un plan progresivo. Fundamental será la valoración económica que se haga de los desperfectos, su emplazamiento y el valor patrimonial de las piezas. Con todo ello se establecerán las prioridades en la ciudad.

Una privilegiada del patrimonio municipal

La estatua de San Luis Beltrán, atacada por unos vándalos a finales del año pasado, había vuelto a su lugar habitual en la fuente del Almudín hace apenas dos meses. La Concejalía del Ciclo Integral del Agua gastó 6.000 euros en restaurarla y no dudó en devolverla a su lugar de origen. Sin embargo, hace unos días ha vuelto a ser atacada —le ha desaparecido la cruz que sujeta el santo en su mano izquierda— y la concejala Mª Àngels Ramón-Lllin ha decidido restaurarla y llevarla a una sala de exposiciones municipal, colocando en su lugar una réplica de la escultura que costará 3.000 euros aproximadamente.