¿Tienen sentido hoy día las campañas solidarias de recogida de tapones de plástico para financiar tratamientos oncológicos en el extranjero?

No hay absolutamente ninguna razón que lo justifique, pero habría que matizarlo porque no hay que confundir una situación de hace unos años, donde no existía internet ni globalización, con la de ahora, en la que España ha incorporado los mejores tratamientos antes que cualquier país europeo. Tenemos médicos capacitados así como tratamiento y fármacos. En la práctica asistencial ordinaria estamos tan capacitados como Estados Unidos, Francia, Alemania..

Pero muchos pacientes se sigue yendo al extranjero a recibir tratamiento.

Sí, sucede en alguna ocasión. Con algún tipo de tumores puede haber algún ensayo clínico con fármacos de última generación que puede que no se encuentre aquí y tenga que ir a un hospital inglés, francés o americano, pero es muy inusual porque la mayoría de los ensayos son multicéntricos e internacionales, pero es muy ocasional e infrecuente, y son situaciones en las que la capacidad de mejoría del paciente que busca esos fármacos es casi nula.

¿Entonces no tiene mucho sentido irse fuera?

La búsqueda de recursos benéficos para buscar soluciones para pacientes fuera de España es poco entendible, salvo casos muy concretos.

¿Han detectado algún recorte de tratamientos a pacientes con cáncer por la crisis?

Yo diría que no. En ningún momento se ha dado una instrucción para limitar la utilización de fármacos, pero sí pidiendo un esfuerzo máximo de racionalización para usarlos de forma adecuada. Se puede decir que se está optimizando la prescripción de los fármacos pero no hay reducción.

¿Por qué cada vez hay más cáncer?

Hay algunas respuestas pero no todas: El envejecimiento de la población y los cambios en los estilos de vida, que cada vez son menos saludables, como la forma de comer, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo... Son factores internos pero hay otros que se están investigando como los cambios dietéticos.

¿A qué se refiere?

A comer cada vez menos verduras y más carnes, a la forma de cocinar los alimentos, como por ejemplo las brasas, lo churrascado, que no es recomendable.

¿Cada vez se muere más de cáncer?

Al principio del siglo pasado la supervivencia era cero, ahora es del 50-60 %. En mama, del 85 %, y en colon por encima del 60 %.

En pulmón es un desastre. El tabaco provoca el 90 % de los casos.

¿Hay nuevos tumores?

¿Desconocidos, se refiere? No. Hay cambios en la incidencia de los tumores, por ejemplo el de páncreas está aumentando, pero no sabemos por qué; el gástrico está disminuyendo; el de colon está aumentando; el de mama está estabilizado con tendencia a disminuir y el de pulmón está aumentando en mujeres. En quince años va a ser como una plaga porque las mujeres se creen inmunes, al contrario que los hombres que han empezado a tomar conciencia y tomar más medidas para no fumar.

¿La Fundación de Excelencia y Calidad en Oncología que usted preside va a coordinar un trabajo con 24 hospitales?

El grupo se ha constituido para buscar herramientas para definir los estándares e «items» que definan la calidad asistencial de los servicios de oncología médica. Hay experiencias en Estados Unidos, Australia y Escocia.

¿Cómo van a controlar la calidad de esa asistencia?

Tenemos indicadores de calidad genéricos. Nos interesa saber si lo que hacemos lo hacemos bien, si usamos los recursos de forma adecuada y si el enfermo está satisfecho con lo que hacemos. Es un esfuerzo basado en la evidencia científica para subrayar que en esos servicios se hace la mejor medicina posible. Se va a mirar si para el de mama se hace el ganglio centinela, si hay determinados genes mutados en determinados cánceres como el Carras, en el de colon; o el EGFR, en el de pulmón o si se adecua el tratamiento a la situación general del paciente, si el dolor se trata bien... Estos son algunos de los puntos básicos que vamos a analizar.

¿Con cuantos tipos de tumores se va a medir la calidad asistencial?

En varios: Mama, colon y pulmón, y además en cuidados paliativos y en la organización del servicio.