El secretario de Infraestructuras y diputado del PSPV, Francesc Signes, denuncia que el PP ha convertido la gestión de residuos en la Comunitat Valenciana en "un negocio sin control y sin planificación" en el que los ciudadanos "soportan unas tasas que no están justificadas" debido a una política "errática, problemática e ineficiente".

Signes explicó que el Plan Integral de Residuos de 1997 y los Planes Zonales implicó que los ayuntamientos cedieran la competencia a consorcios compuestos por los propios consistorios, las diputaciones provinciales y la Generalitat. A su juicio, estos planes se han convertido en "auténticos reinos de taifas con sistemas de gestión, tecnologías, costes de gestión y explotación, cánones y tarifas de tratamiento totalmente dispares" que hacen que los ciudadanos "no sean iguales ante la ley puesto que no tienen las mismas cargas ni los mismos servicios".

No obstante, Signes puntualizó que este sistema de gestión sí tiene una gran carga económica "que lo hace muy atractivo para las empresas y para el posicionamiento de poder de las administraciones, por lo que es un caldo de cultivo para el clientelismo político y la aparición de caciques locales".

El socialista recordó que su partido lleva años denunciado esta situaciones instó a la Generalitat a acometer la racionalización del sector, unificar costes, priorizar alternativas eficientes y medioambientales responsables, y "estructurar una gestión de los recursos focalizada en los ciudadanos y en el territorio".

El diputado puso varios ejemplos, como los de Orihuela, Torrevieja, Torremendo-Abanilla, Calpe, Jávea, los vertederos de Dos Aguas, "la inexistencia de los de Cervera, Guadassuar, Llanera de Ranes, la rapidez de llenado del de Algimia de Alfara o los extraordinarios sobrecostes de la planta de Quart de Poblet".

Estos ejemplos muestran, para Signes, que la gestión de residuos en territorio valenciano "se hace contra el ciudadano, es tremendamente opaca y no incluye en los parámetros la protección del medio ambiente", a lo que hay que añadir "el abandono en este sector de las pymes del País Valenciano, un golpe muy duro para nuestra economía".