Escaldados por precedentes como la Fórmula 1, sobre la que el expresidente Camps prometió que no costaría un euro, y también tras los fiascos de Terra Mítica o Ciudad de la Luz, la oposición bombardeó ayer a preguntas durante su comparecencia en las Corts a la consellera de Cultura y Turismo, Lola Johnson, sobre la posible instalación del Parque Ferrari en Cheste. Sobre todo, por el dinero en riesgo. "¿Es realmente rentable un proyecto como éste? Si, para que lo sea, hacen falta entre 3 y 5 millones de visitantes y el año pasado, a toda la C. Valenciana, vinieron 5,4 millones de turistas extranjeros, con qué garantías de rentabilidad se plantea? ", inquirió el diputado de EU Ignacio Blanco. Johnson invocó la reserva en las negociaciones para no revelar nada aunque, con esos antecedentes en las espaldas del Consell, marcó una sibilina distancia: "Hay un inversor con un proyecto y es ese inversor el que se plantea el proyecto y la viabilidad del mismo. Quiero pensar que cuando un inversor se plantea una inversión así es porque lo ve rentable".

"Ahora sí que me quedo preocupada. Están dispuestos a ofrecer el dinero de los valencianos sin saber qué viabilidad tiene", se alarmó la socialista Eva Martínez. La titular de Cultura enfatizó que el Parque Ferrari solo se llevará a cabo si se ofrecen a la Generalitat "las suficientes garantías sobre su viabilidad económico-financiera", al tiempo que reiteró que el proyecto "no tendrá coste para los valencianos", una condición que "ha puesto el Consell y la parte inversora ha aceptado". Blanco, Martínez y Josep Mª Pañella, de Compromís, advirtieron de que no puede hablarse coste cero si se le ceden los terrenos a la firma (un millón de metros cuadrados) o el uso del Circuit de Cheste. También inquirieron sobre su el Consell planea asociarse con el inversor. Johnson no reveló dato alguno por "prudencia", y pidió a la oposición "colaboración" para una inversión que puede ser "beneficiosa" para la C. Valenciana.

El "Eurovegas valenciano"

Martínez hasta sugirió al Consell cautela antes de entregarse a "un rico extranjero que desvía el dinero a paraísos fiscales". Para la oposición, es la reedición de "proyectos como la F1, Terra Mítica o Ciudad de la Luz, que han traído ruina, pobreza y corrupción". "El Eurovegas valenciano", acuñó Blanco, ya que "no es una inversión en un sector productivo" y el Consell sólo busca con ella "propaganda política, vender humo". El silencio de Johnson hizo estallar al socialista Juan Soto. "¡Con la que está cayendo! ¡No ha dicho nada, es un desprecio a la institución!", clamó. La presidenta, Marisol Linares (PP), amonestó dos veces al diputado y amenazó con suspender la comisión para apaciguar los ánimos.