Se veía venir desde hace años pero, aun así, la decisión de la Conselleria de Educación de no construir el nuevo edificio de la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Valencia en Quatre Carreres ha supuesto una "una gran decepción", porque "este segundo centro es absolutamente necesario, aunque no esperábamos otra cosa", afirmó ayer uno de los miembros del equipo directivo, en la víspera de comenzar las clases.

Y lo demuestran las cifras de preinscritos de este curso: 32.000 personas para 3.500 plazas de ingreso en las diferentes lenguas y niveles, con lo cual son 28.500 los alumnos que no han podido matricularse en la ciudad.

Ante los tablones de la escuela, en el viejo edificio del Llano de Zaidía, se agolpaban ayer estudiantes sin plaza porque el sorteo no ha cortado por su número. "Tendré que ir a un centro privado. Estoy en nivel avanzado de inglés, el año pasado no me matriculé y este curso no puedo continuar aquí. Haría falta otra escuela", renegaba Mamen.

"Es otra forma de privatizar la enseñanza", lamentó Presentación Martínez, presidenta de la Asociación de Profesores de las EOI. "La conselleria no habla más que de impulsar el plurilingüismo pero se piensa que para aprender un idioma o se hace desde pequeños o pagando. Aquí no vamos en la línea que marca Europa. Hay que incentivar y reciclar a la gente que está en paro, apoyando la enseñanza de idiomas, y no recortar en la educación pública. En estos momentos, no hay voluntad de hacer todo lo posible", añadió esta representante de los docentes.

También profesora de la escuela de Valencia y miembro del STE-PV, Beatriu Cardona criticó que Educación realiza "una política de cara a la galería. Anunciaron este nuevo edificio a bombo y platillo ya en 2007; está en el programa electoral del Partido Popular y se presentó el proyecto arquitectónico. Pero, no existe un mapa escollar de EOI; se construye allí donde hay alcaldes del PP del partido". En su opinión, "está claro que Valencia necesita dos escuelas públicas de idiomas, como mínimo".

Cabría recordar, que en un arranque de euforia, allá por 2003, el entonces conseller de Educación, Esteban González Pons, lanzó la ida de permutar con un constructor el edificio de Zaidía para que realizara pisos y, a cambio, conseguir un nuevo centro de idiomas.

Desde la dirección de la EOI, subrayaban que ya Francisco Camps, cuando era conseller, anunció un nuevo centro y, después, Alejandro Font de Mora presentó el proyecto. "Son muchos años de promesas" indicaron estas fuentes, que destacan que "este curso ha habido más demanda que nunca. Las cifras cantan. Y si hay un 20 % más de plazas, como afima la consellera, es porque la ratio se ha incrementado un 20 % y eso es antipedagógico".