La Conselleria de Sanidad tiene previsto sacar en concesión administrativa —modelo Alzira— la gestión de los hospitales de Llíria y Gandia, el primero acabado, cerrado desde hace tres años por la falta de equipamiento y tapiado desde mediados de agosto, y el segundo con el 90 % de la obra realizada y parado desde hace siete años por falta de financiación, aunque en los últimos meses se ha visto en el entorno la presencia de algún equipo de obreros.

Con esta maniobra la conselleria que dirige Luis Rosado pretende in­corporar a las exiguas arcas sanitarias 75 millones: 30 que aportaría la UTE que se quedara con el hospital de Llíria y 45 que abonarían por el de Gandia.

En ambos casos, y según pudo saber Levante-EMV de fuentes próximas a la institución sanitaria, lo que las empresas privadas encargadas de explotar la gestión pagarían sería la construcción de ambos centros hospitalarios, que es el requisito imprescindible del modelo de concesión administrativa.

El hospital de Llíria, cuya obra costó 32 millones, se tapió para evitar actos de vandalismo y robos y no se inauguró en tres años como se había previsto porque faltaba todo el equipamiento valorado entonces en unos 8 millones de euros.

Por su parte las obras del hospital de Gandia, que se presupuestaron en 40 millones, empezaron en marzo de 2003 y a los dos años quedaron paralizadas. Desde entonces, la construcción sanitaria en medio del erial de un polígono industrial parece un barco encallado en tierra. Sanidad no ha podido finalizar la obra al no disponer de los 8 millones para el equipamiento.

La conselleria negocia que las empresas adjudicatarias de la concesión administrativa de ambos hospitales acepten que el contrato sea de 15 años y otros 5 fijos (que serían los prorrogables), para rebajar la cuota capitativa que es de 639 euros en los 5 departamentos donde está implantado este modelo.

Hospitales de Xàtiva y Ontinyent

El nuevo modelo sanitario que ahora estudia la conselleria contempla readjudicar a grupos privados la gestión de los servicios externalizados (cocina, mantenimiento, limpieza, etcétera) de los hospitales de Xàtiva y de Ontinyent.

Tras aparcar la fórmula del modelo de colaboración público-privado por inviable (las empresas no aceptan el canon), la conselleria quiere también ceder a las empresas explotadoras de la gestión del personal estatutario no asistencial, concretamente de los empleados administrativos y de los celadores de los hospitales de Xàtiva y Ontinyent, que se van a convertir en las cobayas de la nueva gestión.