El incendio forestal declarado el pasado domingo en Chulilla continúa estabilizado, con algunos "puntos calientes", por lo que los medios de extinción están trabajando principalmente en refrescar el perímetro y evitar así las reproducciones, según ha anunciado la directora general de Prevención, Extinción de Incendios y Emergencias, Irene Rodríguez. En relación con el fuego declarado este martes en Benicolet, los trabajos de extinción evolucionan favorablemente.

Rodríguez ha señalado que las labores en los Serranos se centran en la zona de Bugarra y Pedralba. En la extinción del incendio están trabajando 450 efectivos y hasta 25 medios aéreos que se han ido incorporando de forma escalonada desde el amanecer.

La directora general, que ha mantenido una reunión de coordinación en el Puesto de Mando Avanzado, ha señalado que los trabajos se centran en la zona de Pedralba y Bugarra, donde en la mañana de este martes ha habido una pequeña reproducción.

Está previsto que a lo largo del día intervengan, en conjunto, 25 medios aéreos, así como 450 efectivos: 15 brigadas, 37 efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia, Unidad Militar de Emergencias (UME), así cómo técnicos, Guardia Civil, Policía de la Generalitat y voluntarios de Protección Civil, entre otros.

Por otra parte, según informa el Centro de Coordinación de Emergencias, existen tramos de la CV-395 por Bugarra y Gestalgar con problemas por desprendimiento, una situación que se está limpiando a través de CEGESEV.

El pavoroso incendio que se declaró junto a la central hidroeléctrica de Chulilla había consumido a media tarde de ayer «unas 5.500 hectáreas forestales» según un primer balance ofrecido por el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, pasadas las 18.30 horas. Castellano destacó que el fuego que se extiende por cinco municipios de Los Serranos „ Chulilla, Bugarra, Pedralba, Sot de Chera y Gestalgar „ y el término de Llíria, la capital del Camp de Túria, «está estabilizado, pues se ha conseguido parar su extensión hacia Chiva y estabilizar la Muela de Chulilla, aunque aún quedan puntos calientes en Llíria».

Los cerca de 2.000 vecinos que fueron desalojados ya han regresado a sus casas y solo 14 personas han pasado la noche de hoy en el albergue habilitado en la localidad de Vilamarxant.

Además, se han reabierto al trafico todas las carreteras comarcales cortadas a consecuencia de la presencia de humo y cenizas, por lo que los vecino de las poblaciones afectadas por el incendio (Chulilla, Gestalgar, Pedralba, Sot de Chera y Bugarra) han podido volver a sus domicilios. La única carretera en la que la circulación está restringida es la CV-395, en el término de Chulilla, donde está ubicado el puesto de mando avanzado (PMA).

El conseller, tras reunirse con los alcaldes de los municipios afectados, relató que los trabajos de extinción «se centran enfriar y acotar el perímetro del incendio», para lo que durante toda la noche se iban a mantener el dispositivo terrestre de extinción, compuesto por 800 personas de 29 brigadas forestales y de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Además del dispositivo terrestres, en la lucha contra el fuego participaron ayer 42 aeronaves, -19 de ellas enviadas por el Gobierno- que se retiraron al anochecer.

Castellano lamentó que dos incendios provocados, uno a las 13.54 horas en la partida de Carasols en Riba-roja, junto al Parque Natural del Turia, y otro a las 19.20 horas en el paraje de Les Plantades de Vilamarxant, dentro del parque fluvial, obligaron a «desviar medios».

El conseller se mantuvo cauto sobre el control del incendio de Chulilla ante la previsión de que hoy continuen los vientos de poniente, con rachas de hasta 60 km/hora. «Las condiciones meteorológicas son negativas y malas, pues mañana „por hoy„ va a seguir el poniente», alertó. Con este viento cálido y seco, añadió, «siempre pueden haber rebrotes», por lo que informó que durante toda la noche se iban a mantener en sus puestos las 800 personas del efectivo terrestre.

En cuanto a las causas del incendio, cuya columna de humo llegó hasta Mallorca y Menorca e inundó de cenizas y olor a madera quemada Valencia y su área metropolitana, Castellano relató que no se descarta ninguna hipótesis pues la investigación sigue abierta.

Este es el tercer gran incendio que sufre La Serranía desde junio, con lo que suma ya casi 26.200 hectáreas arrasadas tras el pavoroso fuego de Andilla (unas 20.000 ha) del 29 de junio, y las 670 ha que ardieron en la zona de Benagéber el 2 de junio. En cuatro meses han ardido casi 60.600 hectáreas „el 43 % de ellas en La Serranía„ en los siete grandes incendios forestales que han azotado la C. Valenciana.

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