El dilatado procedimiento de las cesiones de crédito del Banco Santander ha supuesto que hoy, cuando todavía el exconseller está pendiente de juicio, los principales protagonistas de la investigación estén retirados o incluso muertos. Algunos de ellos son caras muy conocidas y otros contribuyeron desde la sombra a esclarecer este imbricado caso. La jueza Teresa Palacios, todavía en activo pero desde otro juzgado, llevó el grueso de la investigación en la Audiencia Nacional hasta que el Supremo ordenó su carpetazo. Heredó el asunto del anterior juez de delitos monetarios Miguel Moreiras. La jueza también está a punto de retirarse. El fiscal de la Audiencia Nacional hasta 2006 Eduardo Fungairiño fue otro de los protagonistas del caso en sus inicios. También tuvo un papel clave el exconsejero del Banesto, juez en excedencia y economista Rafael Pérez Escolar, considerado un auténtico azote de Emilio Botín. Escolar fue especialmente activo en el caso de las cesiones del Banco de Santander. Murió en 2007.

Fuera de los focos, destaca el trabajo de otros profesionales que se volcaron en la causa. Alvaro Gascón, el inspector jefe que asignó la Agencia Tributaria es uno de ellos. Gascón declaró ante Flors. El propio magistrado del TSJCV está también a punto de jubilarse.

Tampoco Gregorio Martín, a quien Flors encargó el informe de Robótica sigue al frente del instituto. El estudio fue decisivo para identificar a Cartagena como propietario de los productos financieros. Una transferencia desde su cuenta bancaria de 88. 524 pesetas lo delató. Martín junto con Enrique Bonet y Vicente Cavero encontraron la aguja del pajar tras revisar 1.200 cintas magnéticas donde se registraron las operaciones bancarias.