Salvo los alcaldes de Vic, Josep Lluís Cleries, y de Reus, Carles Pellicer, ambos de CiU, que abogan por la segregación de los Països Catalans, la independencia se plantea para Cataluña. Incluida Esquerra Republicana (ERC), que para dar coherencia a su discurso se implantó —por deseo de Carod-Rovira y contra el criterio de Puigcercós— en territorio valenciano, aunque con la marca ERPV.

¿Quedan estas fuerzas en evidencia y sus dirigentes y militantes valencianos abandonados a su suerte? «En absoluto. Si allí arriba hablan de Cataluña, un estado en Europa, aquí la apuesta es País Valencià, un estado europeo», explica Agustí Cerdà, presidente de ERPV y exdiputado de ERC en el Congreso por Barcelona. Cerdà explica que el «nuevo independentismo, que puede plantearse en castellano o con turbante», no se explica por motivos identitarios. La clave no es «qué somos sino de qué vamos a comer los valencianos o los catalanes porque los jóvenes licenciados están emigrando».

Cree que se avivará el independentismo en Valencia con el discurso del «expolio fiscal de España a los valencianos». Cerdà cuenta que cuando Pedro Solbes era vicepresidente económico le explicó una de las claves por las que la Comunitat Valenciana está infrafinanciada. «Me dijo que aquí tenemos un 35 % de economía sumergida y yo le respondí que los inspectores los tenía él», cuenta Cerdà.

El 0,7 % del voto (13.000 sufragios) de las europeas de 2004 son el mejor resultado de ERPV. Cuenta con 12 concejales (3 a medias con Bloc, EU e independientes) y, dice el partido, unos 500 afiliados. Cerdà ve necesario iniciar un proceso de unidad del independentismo en Valencia. Este Nou d’Octubre, ERPV participará en los actos conjuntamente con el PSAN, de Josep Guia —enrolado en la Solidaritat per la Independència que tiene como diputado en el Parlament al notario valenciano Alfons López Tena— y el Moviment de Defensa de la Terra (MDT), de Toni Infante.