El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, trasladó ayer en persona al ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, su "preocupación" por las dificultades que tiene el Consell para poder atender todos los pagos pendientes. La entrevista en Madrid entre el jefe del Consell y el ministro se produjo a las pocas hora de que el Gobierno valenciano tuviera ya la confirmación del ministerio de Hacienda de que en una semana tendrá acceso a Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), aunque, de momento, en una cantidad que está muy por debajo de las necesidades de la administración. Hacienda se hará cargo de vencimientos de deuda por valor de 1.400 millones de euros y transferirá a la Comunitat Valenciana en una semana alrededor de 1.060 millones de euros para atender diversos pagos. El dinero, que se espera para los días 29 y 30 de octubre, se destinará y por este orden al pago de intereses, deudas con el Estado, gastos sociales y, por último, a proveedores. Ambos conceptos suman unos 2.500 millones, casi la mitad de la cantidad global que necesita el Consell (4.500 millones) para poder atender todos los pagos. De esta cantidad, alrededor de 2.000 son para atender vencimientos de deuda, 1.535 para cubrir la deuda autorizada pero no emitida y 1.000 millones adicionales para atender otros pagos pendientes.

Solucionado el problema de la deuda con los bancos -el Gobierno se hará cargo directamentede de todos vencimientos y negociará junto con la Generalitat la renovación de créditos en los bancos españoles- el mayor problema del Consell es obtener los citados 1.000 millones de euros adicionales que necesita para atender a todos sus proveedores. El Ejecutivo de Fabra está confíado en que antes de acabar el año las transferencias cubran todo el déficit autorizado. Por este concepto, el Gobierno ha concedido a todas las comunidades el 60%. En el caso de la C Valenciana se trata de los citados 1.060 millones. Faltarían, por tanto, unos 500 millones.

Sin embargo, todavía quedarían pendientes los 1.000 millones que Fabra añadió a su primera petición de rescate. Sindicatos, patronales, ayuntamientos son algunas de las entidades que están a la cola de los pagos y que presionan al Consell para cobrar.

Esta cuestión, según fuentes de la Generalitat, centró la reunión de Fabra y Montoro. Las mismas fuentes indicaron que el ministro se comprometió con el presidente a ayudarle y a estudiar altenativas en el caso de que esta cantidad no pueda salir del FLA. En el Consell no se descarta que el ministerio pudiera poner en marcha un segundo plan de proveedores. Sin embargo, no hay nada concreto.

Según las citadas fuentes el titular de Hacienda se mostró "muy sensible" con la situación de la Comunitat Valenciana, mientras que el jefe del Consell reiteró su compromiso de que esta autonomía no supere el objetivo de déficit establecido en el 1,5 por ciento del PIB. Otras fuentes, sin embargo, elevaban ayer el tono del encuentro y aseguraban que en el Ministero de Hacienda existe gran malestar ante el temor de que la Generalitat no cumpla con el objetivo de déficit. Sin este requisito, añaden las citadas fuentes, no habrá más inyección de fondos a la Comunitat Valenciana.

Fabra, que se encuentra en una situación de gran debilidad por los impagos de la administración y los continuos recortes, necesita un balón de oxígeno del Gobierno de Rajoy. Los presupuestos generales del Estado, con un inversión jibarizada para la Comunitat Valenciana, le han dejado a los pies de los caballos. De ahí que haya anunciado enmiendas por valor de 144 millones. Fabra trató ayer de allanar el camino para que el Gobierno acepte cambiar sus cuentas.