El patrimonio arqueológico subacuático ha sido el gran olvidado en la operación de rescate de los dos barcos que encallaron en la playa del Saler tras la tormenta del 28 de septiembre. El "Celia" -que ya ha sido remolcado a puerto- y el "Sunrise" embarrancaron en zona donde se ha documentado la existencia de un fondeadero de barcos de época romana operativo desde la fundación de Valentia (138 a.d.C.) hasta el siglo V. El complejo dragado de elevadas cantidades de arena -más de 56.000 m3- para remolcar los barcos se ha hecho sin ningún tipo de control arqueológico. Así lo confirmaron a este diario fuentes de la Conselleria de Cultura, que lo justifican porque el Saler "no es una zona de vigilancia arqueológica".

Las prisas por sacar los barcos del entorno del Parque Natural de la Albufera han pesado más que el riesgo de destruir los yacimientos submarinos ubicados frente al Saler y Pinedo y de los que todavía queda mucho por saber. El Servicio Municipal de Arqueología de Valencia, en colaboración con el Centro de Arqueología Subacuática, realizó en los años 80 varias campañas arqueológicas.

Las declaraciones de impacto ambiental a las que están sujetas normalmente las operaciones con afección a los fondos marinos incluyen siempre la elaboración de sondeos y seguimiento arqueológico. Así ha sido durante las obras de la ampliación norte del Puerto de Valencia, frente a la playa de la Malva-rosa, en la que a pie de draga había un arqueólogo contratado por la APV encargado de vigilar la posible aparición de restos arqueológicos.

Aunque la costa del Saler no está declarada zona de vigilancia arqueológica, distintos arqueólogos consultados por este diario aseguran que se trata de una zona de hallazgos arqueológicos. De hecho el catálogo de yacimientos subacuáticos de la Conselleria de Cultura recoge la existencia de 14 yacimientos en las playas del Saler, Perellonet, Pinedo y Malvarrosa. En esta última, se ha acreditado la existencia de un fondeadero de barcos del siglo IV a.d.C, anterior por tanto a la fundación de Valentia, y vinculado a las vías comerciales con el poblado ibérico del Tos Pelat a través del Carraixet.

Hasat la fecha el hallazgo más importante en el entorno del Saler ha sido el del Apolo de Pinedo, una escultura de bronce de dimensiones casi naturales que fue hallada en 1963 por unos submarinistas frente a la playa de Pinedo y que está expuesta en el Museo de Prehistoria de Valencia. De esta zona se piensa que puede proceder asimismo una balanza romana ("estátera") decorada con relieves que fue donada por un particular al Ayuntamiento de Valencia.

En la zona se han recuperado numerosos fragmentos de ánforas romanas vinculadas al comercio de vino y aceite. Los únicos restos de un pecio o naufragio en la zona son los citados de la playa de Pinedo.

En la zona del Saler también se han recuperado restos de cepos de plomo, parte del ancla de las embarcaciones romanas, que evidenciaría que ya hace 2.000 años los temporales y tormentas hacían estragos entre los barcos fondeados en el Saler, un claro paralelismo con la situación actual del Celia y el "BSLE Sunrise" que estaban fondeados frente al parque natural y fueron arrastrados por el oleje hasta la costa.

A partir de los restos hallados, los arqueólogos deducen la existencia en las playas del Saler y Pinedo de un fondeadero de barcos que esperaban cargados de ánforas de aceite y vino la llegada de las barcas que porteaban la mercancia por el Turia hasta el puerto fluvial de la Valentia romana, cuyas ruinas fueron descubiertas hace unos años en la calle Conde Trénor.