La ausencia de una regulación específica sobre acuicultura marina en la Comunitat Valenciana y el retraso en la delimitación de las zonas más apropiadas para su ubicación está provocando la aparición de conflictos entre esta actividad, la conservación de los ecosistemas marinos y el turismo, una de las principales industrias valencianas, según la lectura que realiza Ecologistas en Acción.

El colectivo ecologista ha rechazado la instalación de una nueva granja marina en Calp argumentando las carencias en la tamitación del proyecto y denunciando que no existe un Plan de Ordenación de la Acuicultura Marina elaborado con criterios «ambientales, sociales y económicos».

La Comunitat Valenciana cuenta con 45 instalaciones de acuicultura marina estratégicamente situadas desde Guardamar de Segura hasta el litoral norte de Castelló. La mayoría se ubica cerca de entornos turísticos de primer orden pese a a la elevada contaminación marina que generan.

La falta de esta normativa específica provoca, según Ecologistas en Acción, que sea posible autorizar en la bahía de Calpe, uno de los lugares más turísticos del litoral valenciano, una macrogranja marina de más de 47, 5 hectáreas de superficie que puede llegar a ser «incompatible» con esta actividad económica estratégica.

El proyecto aprobado en Calp persigue la instalación de 48 jaulas con una producción de 3.500 toneladas año de peces que requerirán el uso de 7.000 toneladas anuales de pienso.

La nueva granja pretende unificar en una sola ubicación dos instalaciones preexistentes„Balmar y SEA„, aunque según aseguran los ecologistas, el proyecto no dedica ni una línea al desmantelamiento controlado de estas instalaciones ni una revisión del impacto que han provocado durante su explotación.

Los ecologistas recuerdan que no se han concretado las superficies más idóneas para este tipo de proyectos y creen exigible que para casos como el de Calp que se presenten emplazamientos alternativos.

La ubicación propuesta por la empresa promotora está a 600 metros del lugar donde desagua el emisario submarino de Calp, cuya presencia no ha sido contemplada en el Estudio de Impacto Ambiental. Además, la granja estaría situada a escasos 900 metros del Lugar de Interés Comunitario Penyal de Ifach; a 1.300 metros de Serra Gelada y a una milla del puerto de Calpe. «No existe un modelo hidrodinámico específico para este espacio que anticipe la dispersión de los contaminantes», añaden. En este sentido creen factible que la contaminación de la granja acaba pasando factura a la calidad de las aguas que sostiene el turismo en Calpe.