"En estos momentos todos nuestros operadores se encuentran ocupados, inténtelo más tarde". Esta fue ayer, en el cuarto día de cierre indefinido de las farmacias valencianas por los impagos de la Generalitat, la respuesta más escuchada por los pacientes que llaman al teléfono de información de la Consellería de Sanitat 900 10 10 81 en busca de los medicamentos que no encuentran en las desabastecidas boticas.

El número gratuito habilitado por el departamento del conseller Luis Rosado se colapsó ayer. Sin embargo, fuentes oficiales de Sanitat aseguran que desde que el lunes "se puso en marcha el centro de atención de llamadas hasta hoy -por ayer - se han registrado 541 llamadas". Por contra, desde el Colegio de Farmacéuticos de Valencia se avisa de que están recibiendo llamadas de usuarios para advertir del "colapso" del teléfono de información y "han asegurado que no les resuelven los problemas".

Levante-EMV pudo comprobar, después de una decena de intentos, que cuando se conseguía que alguien respondiera al otro lado, se limitaba a informar de las farmacias abiertas -una de cada tres- en la zona de residencia del paciente, sin saber si disponen del fármaco que busca, pues según fuentes del colegio "Sanitat no conoce las existencias de cada farmacia".

En el caso de las medicinas más caras, que el miércoles ya se agotaron en muchas farmacias, algunas de ellas para paliar los efectos secundarios de la quimioterapia en procesos oncológicos, como la glutamina, en el teléfono se limitaban a solicitar el número de identificación sanitaria (SIP) del paciente y su teléfono o correo electrónico para que la Dirección General de Farmacia le indicara dónde encontrar dicho tratamiento.

Rosado, por su parte, volvió a insistir en que "ningún ciudadano valenciano se va a quedar sin el medicamento que necesita". Para ello, reiteró que se ha puesto a disposición de la ciudadanía el citado teléfono de atención gratuito, que por el momento ha recibido "pocas llamadas", en el que "se atiende todas las situaciones" y ante un problema de desabastecimiento se comunica al usuario "la farmacia dónde puede adquirirlo o se le pone a su disposición todo el sistema sanitario", en alusión a hospitales y centros de salud.

Sin embargo insistió que "no hace falta que nadie se desplace a un hospital" ya que "en su centro de salud será informado primero". A este respecto, el presidente de la Societat Valenciana de Medicina Familiar i Comunitària (Svmfic), Carlos Fluixà, explicó ayer que los centros de salud "no han recibido ninguna comunicación de cómo informar a los pacientes". "Lo que si nos dicen algunos enfermos -añade Fluixà- es que no se están tomando las medicinas porque se les han acabado y no las encuentran, o que tienen que dar muchas vueltas para dar con una farmacia que disponga de ellas".

"La situación es grave y esta afectando seriamente al usuario, que tiene que recorrer muchas farmacias para encontrar medicamentos", apuntan desde el Colegio de Farmacéuticos. "El tercio rotatorio de farmacias que abre registra mucha afluencia, con lo que está liquidando las existencias". Los proveedores, continúa, "sirven con cuentagotas porque las farmacias no les pueden pagar, y muchas de ellas ya les deben tres o cuatro meses, con lo que los fármacos no llegan a los pacientes".

Mientras, desde la conselleria recuerdan que "la obligación legal de los farmacéuticos que están de mínimos es la de dispensar los medicamentos siempre que estén disponibles en el mercado".

Ante este panorama, Fluixà descarta que los centros de salud puedan cubrir las faltas: "Aquí no disponemos de medicamentos, ni estamos autorizados a distribuirlos". "Lo único que tienen los centros de salud son tratamientos de urgencias (inyectables, cafinitrinas... ), y en aquellos que hacen guardias puede que haya antibióticos para que el paciente tenga para tres o cuatro días, pero poco más", asegura.

Los hospitales públicos, explica un galeno de La Fe, tampoco pueden dispensar fármacos "primero porque no los pueden cobrar, y segundo porque si se convierten en expendedores, en una mañana se ha agotado la farmacia del hospital". "Sólo pueden atender casos excepcionales y urgentes", añade.

"No nos oponemos a negociar pero primero debe pagar"

Los farmacéuticos están dispuestos a sentarse a negociar el nuevo modelo de "pronto pago" propuesto por la Conselleria de Sanitat en cuanto el Gobierno valenciano les abone la deuda de 450 millones de euros que mantiene. Así lo aseguró ayer la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, María Teresa Guardiola.

Al respecto, Guardiola critica que Sanitat todavía nos les ha informado de este nuevo sistema que, según explicó ayer el conseller del ramo, Luis Rosado, en las Corts, prevé abonar 60 millones al mes, el 75 % del total de la factura, mientras que la cantidad restante hasta la liquidación "se deslizaría" como remanente al ejercicio de 2014 y se pagaría con cargo a ese presupuesto "evitando que la carga financiera se traslade a las farmacias".

En ese sentido, ha señalado que los tres Colegios de Farmacéuticos de la Comunitat Valenciana están dispuestos a sentarse a negociar sobre este nuevo sistema. "No nos oponemos a nada, pero no aceptamos nada. Primero hay que ver cómo se paga la deuda de este año", ha insistido Guardiola.

Por su parte, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Castelló, Jesús Bellver, ha subrayado sobre esta cuestión que es una partida "totalmente insuficiente" y "significa que el año que viene vamos a dejar de cobrar tres meses que si los sumamos a los seis que nos deben ahora acabaremos 2013 con nueve meses de deuda, y eso es increíble". Bellver sostiene que, con esta propuesta de la Conselleria, "sólo se pretende dividir a los farmacéuticos con el objetivo de cargarse los Colegios como represalia por la defensa que estamos haciendo de nuestros intereses". europa press valencia

"La C. Valenciana es donde el problema es más grave"

La cooperativa de distribución de medicamentos Grupo Cofares, uno de los proveedores más importantes de las farmacias valencianas, admitió ayer que "ha cortado el suministro a varias farmacias de la Comunitat Valenciana debido a las deudas". Esta drástica decisión, añaden fuentes de Cofares, "se estudia caso por caso, pues depende de la facturación de cada farmacia, su nivel de endeudamiento y su capacidad de riesgo". "Si vemos que la farmacia llega a un punto de apalancamiento -el volumen de deuda- tan grande que no nos va a poder pagar, se deja de servirle". "Somos una cooperativa y estamos manteniendo el suministro hasta que llegamos a un nivel de riesgo insoportable, pues no estamos obligados por ley a seguir sirviendo a pérdidas hasta el infinito", lamentan desde Cofares. "Esto -continúan- es una cadena: si el Consell no paga a las farmacias, éstas no pueden pagarnos a las distribuidoras, y nosotros no podemos comprar a los laboratorios". Relatan que lo mismo que ocurre en la C. Valenciana "sucede en Cataluña, Canarias y Baleares: aguantar la factura farmacéutica de cuatro autonomías durante cinco meses supone llevarse por delante a cualquier empresa. Lo estamos pasando muy mal". Desde Cofares afirman que en la Comunitat "es donde el problema es más grave, mucho peor que en Cataluña, porque las farmacias llevan mucho tiempo sin cobrar y, además, se trata de la segunda CC AA con más gasto farmacéutico".

Por otro lado desde el laboratorio Lilly, especializado en la fabricación de insulinas, señalan que no han recibido "ninguna notificación de desabastecimiento de ninguno de los medicamentos que comercializan en ninguna farmacia valenciana". "En el caso de que alguna oficina tenga problemas de suministro -puntualizan- de alguno de los medicamentos de Lilly con su distribuidora habitual, puede ponerse en contacto directo con Lilly (91 663 50 00) para garantizar que ningún paciente se queda sin su tratamiento". r. Montaner valencia