El Consell reasignará tareas entre los 17.000 empleados de la Generalitat

El Consell aprobó ayer un plan para reasignar tareas entre los cerca de 17.000 empleados públicos de la Generalitat. La iniciativa supondrá que un número indeterminado de trabajadores públicos (funcionarios y temporales) podrán ser transferidos entre conselleries o departamentos en función de las necesidades de la Administración. El objetivo, apuntó el vicepresidente del Consell, José Císcar, es redistribuir cargas de trabajo y lograr una Generalitat más eficaz y austera. El plan será negociado con los sindicatos, si bien estos se enteraron por la prensa de los nuevos planes del Consell para el personal. Císcar insistió en que no hay nada cerrado y que de lo que se trata ahora es de hacer un estudio de diagnóstico de la situación actual del empleo en la Generalitat para después decidir la reasignación de efectivos. La idea es que el trabajo esté terminado el primer trimestre de 2013. A falta de concreción y a modo de ejemplo, Císcar citó el caso de los conductores de coches oficiales. Como consecuencia de la reducción de vehículos del parque móvil, algunos de estos chóferes se han quedado sin cometido. El vicepresidente sugirió la idea de que, tras un proceso de formación, los conductores ocupen las plazas vacantes de atención al público de los edificios Prop que despidieron a la contrata que se encargaba de este servicio. Fuentes de Presidencia indicaban que de lo que se trata es de ser más eficiente en los recursos humanos. "Si por poner un ejemplo durante la campaña de la renta se necesita más administrativos, se podría echar mano de esta categoría de empleados que estén en otros departamentos", comentaron. Y añadieron que el proyecto cobrará más sentido cuando se haya terminado el edifico del 9 d'Octubre que albergará la mayoría de las conselleries, hoy dispersas por la ciudad.

Císcar aseguró que el Plan de Redistribución de Cargas de Trabajo no supondrá despidos ni ningún gasto adicional porque lo elaborará personal propio de la Administración autonómica. Es más según Císcar incluso supondrá un importante ahorro en la administración. Al ser preguntado cómo se producirá este ahorro, Císcar sugirió que como consecuencia de la rescisión de contratas e insistió que no se prescindirá de funcionarios.

Del programa queda fuera de esta medida el personal de instituciones sanitarias, los funcionarios y personal laboral adscrito a centros docentes no universitarios y el personal al servicio de la Administración de Justicia cuya competencia de gestión corresponde a la Generalitat. El vicepresidente resaltó la incidencia en este plan de la reciente reestructuración del sector público empresarial valenciano, que supone que las conselleries asuman funciones que hasta ahora estaban en las empresas públicas, fundaciones o entidades de derecho público. Explicó que hay funcionarios que estaban prestando sus servicios en el sector público y que con esta reestructuración vuelve a sus conselleries.

Por otro lado, justificó la necesidad de rediseñar el trabajo en la Administración por la propia evolución de los presupuestos con motivo de la crisis. Las reducciones presupuestarias, explicó, han llevado a disminuir las subvenciones, cuya tramitación requería una carga administrativa elevada, "por lo que habrá funcionarios que a partir de ahora tendrá menor carga de trabajo y pueden pasar a otro departamento por necesidades puntuales o permanentes".

El vicepresidente aseguró que el plan permitirá una mayor "autoestima e implicación" de los empleados públicos, así como mejores y mayores prestaciones de servicio público a la ciudadanía. Císcar ha asegurado que este plan no supondrá una alteración de los servicios que se prestan a los ciudadanos, que si acaso ganarán en calidad, y que todas las decisiones sobre movilidad se harán de acuerdo con la legislación vigente, al tiempo que ha abogado por lograr "el mayor consenso posible". Fuentes de Presidencia mantuvieron que el plan no está ideado "contra nadie" en alusión a los sindicatos que vieron ayer con cierto recelo el anuncio. Pese al compromiso de Císcar de que no supondrá despidos, en medios sindicales se expresó el temor de que sirva de excusa para prescindir de interinos.