Después de recibir la llamada del hospital a las ocho de la mañana, y pese al dolor y las molestias que le produce la metástasis ósea que padece tras serle negados tratamientos paliativos, Hanane tomó en Valencia, donde ahora reside, un tren a Castelló ayer para recibir el tratamiento. Su marido no podía llevarla porque estaba trabajando en Teruel recogiendo naranjas y la conselleria no tuvo el tacto de facilitarle un transporte sanitario no asistido. Sin embargo, al llegar al centro todo fueron facilidades. "No lo entiendo, hoy me han tratado como una reina", apuntaba la mujer. "El hospital me ha dado dos paquetes de parches para aguantar el dolor", añadió Hanane, agradecida.

Cuando les preguntó por qué hacían esto ahora y no hace unos días, "se callaron y me dijeron que cogiera los parches", asegura la paciente. Asimismo, le informaron de que ya se le ha gestionado el cambio de hospital que había solicitado para que no tenga que acudir cada vez a Castelló y pueda seguir su tratamiento en el Hospital General de Valencia.

Fuentes de Sanidad explicaron que el miércoles, cuando Hanane B. acudió al Hospital de Castelló, se le emplazó para el día 20 de este mes y se le dieron analgésicos, hecho que niega la paciente. El próximo 26 de noviembre tiene cita en el hospital de Valencia para modificar su tratamiento.

Por su parte, Ignacio Amat, letrado al que acudió la mujer solicitando ayuda, destaca "el comportamiento ejemplar de la doctora al emitir el informe que ha puesto de manifiesto un problema muy grave de su paciente". "No puedes condenar a una persona a sufrir los dolores de un cáncer porque la administración no haya contestado a su solicitud de renovación de residencia", criticó Amat.