Concepción Ros

"Los desalojados antes eran unos caraduras, ahora eligen entre pagar al banco o alimentar a sus hijos"

Secretaria judicial y directora del Servicio Común de Actos de Comunicación. Concepción Ros es la secretaria judicial que se encarga de ejecutar todos los desahucios de Valencia. Lamenta que a pesar de los cambios introducidos por el Gobierno de Rajoy muchas personas continuarán desprotegidas.

Ramón Ferrandovalencia

¿Cuántos desahucios ejecutan a la semana?

En Valencia señalamos catorce diarios, unos sesenta a la semana. Eso hasta esta semana porque ahora han empezado las suspensiones. Los hipotecarios son el ochenta por ciento y el resto entra por impago de alquileres.

¿Cuántos se ejecutaban antes de la crisis?

Yo llevo catorce años al frente de este servicio. Antes de la crisis se practicaba un tercio. Además, antes la mitad de los desahucios eran por impago de los alquileres.

¿Cómo se ejecuta un lanzamiento?

Entra por el juzgado la dirección con las personas que hay que lanzar y si todo está correcto lo introducimos en la aplicación informática que nos calcula las rutas diarias y señalamos un día y una hora por zonas. Ahora hay tres comisiones que recorren toda Valencia. Notificamos al procurador de la parte actora la fecha. Además, avisamos unos días antes al que está dentro de la vivienda por cortesía del día y la hora a la que vamos a ir. Más que nada para que las personas que hace ya tiempo que saben que se tienen que ir puedan planificarse para recoger su casa y hacer la mudanza. La mayoría lo hace, pero ahora la gente no puede salir de su casa porque no tiene medios. Muchos no saben ni donde van a dejar sus cosas y nos esperan hasta el final. El día que vamos, si la persona sigue allí, comprobamos que se han agotado todos los plazos.

¿Cuánto tiempo pasa de media desde que una persona deja de pagar la hipoteca hasta que la echan de su casa?

Depende de los juzgados. Desde que a mí un juzgado me da la orden de que lance a una personas hasta que lo hago tardamos unos veinte días. Desde que dejó de pagar la hipoteca puede haber pasado un año.

¿Cómo reaccionan las personas que están dentro de la vivienda?

Hay de todo. Algunos incluso nos dan las gracias porque nos han pedido un plazo y hemos intentado darles más tiempo para que se vayan. Otros nos reciben como los malos de la película. Parece que el mensajero es el culpable del mensaje y no es así. Y otros se muestran violentos. Yo creo que la mayoría de la gente con hijos que ha caído en la desgracia de estar en el paro y no poder pagar la hipoteca en general es gente que nos recibe con resignación y casi agradeciéndonos la labor que hacemos. Si hay menores no los dejamos en la calle. Contactamos con servicios sociales y vemos si tiene un expediente abierto. No vamos allí y los echamos.

En los casos de los niños, ¿se producen separaciones de familias?

Realmente lo que hace servicios sociales es dar a la familia la posibilidad de estar en un albergue unos días y si se puede los reubica. Si los menores son muy pequeños realojamos a la madre con los niños en un sitio y al padre en otro. De todas formas, son situaciones muy extremas. Lo lógico es que la gente busque otra vivienda o se instale en casa de familiares. Los casos en los que tenemos que intervenir con servicios sociales son muy pocos.

¿Qué pasa cuando se encuentran con colectivos como los de Stop Desahucios?

Alguna vez hemos tenido problemas.Parece que las plataformas nos esperan con cierta virulencia. Cuando hay un movimiento de personas que no son las que extrictamente tenemos que lanzar lo que hacemos es no entrar. Contactamos con el adjudicatario o el banco y se suele dejar un tiempo para que salgan o se aplaza para otro día. En ese segundo caso, ya no se da fecha porque realmente solo hay que comunicarlo a la parte actora porque desde el momento en que está requerido por el juzgado debe abandonar la vivienda.

¿Qué caso le ha marcado más?

Ha habido varios casos. Tuvimos el caso de un señor que tenía una niña que se subió a un balcón y la funcionaria habló con él para que no se tirara. Le dimos un tiempo, volvimos a señalar el lanzamiento y el día que regresamos se tiró. No se llegó a matar. Tuvimos otro señor que se pegó un tiro. Otra señora se cortó las venas. Los tres salvaron la vida.

¿En qué plazo ha pasado esto?

En dos años. Estas situaciones amargan a los funcionarios, pero estamos cumpliendo la ley.

¿Van a ser duros los próximos meses?

Yo creo que sí. He estado leyendo el real decreto con los cambios que ha aprobado el Gobierno y van a quedar fuera de la protección muchos casos. Yo no creo que solucione todo el problema.

¿Hay un perfil del desalojado?

Ahora no. Hasta hace unos años el desalojado era un caradura. Alguien que no pagaba. El que realmente tenía un problema y era un pobre hombre se marchaba de la vivienda antes de que llegáramos. Ahora nos encontramos verdaderos dramas personales. Las circunstancias son verdaderamente graves. Es gente que tiene que elegir entre pagar la hipoteca o dar de comer a sus hijos.

¿Cuáles son los desahucios más injustos?

En lo que vamos a desahuciar y es una persona que está pagando religiosamente su alquiler a un propietario que no hace frente a la hipoteca. Cobra el alquiler a sabiendas que su piso no es de él.

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