El acuífero del Maestrazgo, responsable de los ingentes volúmenes de agua que surgen bajo el mar frente a la Sierra de Irta, genera también un flujo subterráneo, cuyos caudales están por determinar todavía, que acaba siendo aprovechado en los acuíferos subterráneos del Montsiá y Godall, en Cataluña, o se pierden mezclados con el agua salada de la playa de Alfacs, muy cerca ya del Delta del Ebro.

La prestigiosa revista Journal of Hidrology ha publicado un artículo de los investigadores del Instituto Tecnológico y Minero de España (ITGE) Miguel Mejías y Bruno Ballesteros, entre otros, en el que ha quedado recogido el conocimiento adquirido en los últimos años sobre el acuífero del Maestrazgo.

Con casi 2.400 kilómetros cuadrados de superficie, el acuífero profundo del Maestrazgo genera cada año unos recursos por infiltración de la lluvia que oscilan según los autores y el método empleado pero que podrían estimarse en 394 hm3 millones de metros cúbicos de agua al año, casi la mitad del volumen de agua del Ebro que la Comunitat Valenciana y Murcia reclamaban.

A 450 metros de profundidad

El problema del acuífero del Maestrazgo es la profundidad de su zona saturada, que supera los 450 metros de media desde la superficie terrestre incluso en lugares muy próximos a la costa, lo que hace inviable su aprovechamiento pese a la creciente demanda agrícola, industrial y turística. Por otra parte, y ahí radica la particularidad de este acuífero, la descarga de este gran volumen de agua se produce a través de manantiales situados en el fondo del Mediterráneo de imposible explotación. Del mismo modo, el acuífero no permite desvelar los secretos de su descarga subterránea y los científicos se han visto obligados a utilizar sofisticadas técnicas entre las que destaca el monitoreo de la temperatura del agua del mar a través de imágenes térmicas infrarrojas tomadas por sensores situados a bordo de un avión.

Las mediciones de la salinidad -menor donde hay una descarga subterránea de agua dulce- y de gas radón, asociado al agua procedente del acuífero, han permitido identificar y cuantificar las descargas, algunas ya conocidas como la de las Fuentes de Alcossebre o Torre Badum y otras que habían permanecido ocultas hasta ahora, como la que se produce a través de otros acuíferos situados en Cataluña y la que tienen también una surgencia marina poco estudiada en la playa de Les Alfacs.

Entre las aportaciones de los últimos estudios realizados en la zona, los autores del artículo destacan el descubrimiento de un flujo de agua subterránea que partiendo del norte del acuífero del Maestrat, en el sector conocido como Turmell, adquiere la dirección Oeste-Este. "Por lo tanto, no todas las aguas subterráneas son drenadas al mar en la costa de Sierra de Irta", explican. Una parte sale a través del acuífero Vinarós-Peñíscola y "más probablemente" a través de los acuíferos de Montsiá y el acuífero costero carbonatado de Godall. La presencia del isótopo de Radón (222Rn) unido a un acusado descenso de la salinidad ha permitido identificar, según los autores, una descarga submarina que se situaría cerca de Les Cases d'Alcanar y frente a la playa de Alfacs, prácticamente en el Delta del Ebro.

Sobre el volumen de estas descargas no existen todavía estudios. Para los autores, es necesario dirigir futuras investigaciones a la cuantificación de la descarga submarina que se produce dentro de la playa de Alfacs, así como en la plataforma continental situada entre Torre Badum y Torre Nova, donde se han detectado "anomalías".