El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, anunció ayer que investigará la filtración al exconseller Rafael Blasco del informe del interventor sobre las ayudas de Cooperación. El jefe del Consell se refirió a este escándalo durante un acto público en Alicante. A preguntas de los periodistas, Fabra se remitió al comunicado realizado por el conseller de Hacienda en el que niega que facilitara la documentación al exsíndic popular durante el pleno del pasado martes. "Yo me quedo con el comunicado que va a hacer el señor Vela y que él mantiene que le pasó una información que no era ésa al señor Blasco", manifestó el presidente.

Acto seguido, un periodista le preguntó si se abrirá una investigación para saber por qué ese informe lo tenía Blasco, a lo que Fabra contestó: "Por supuesto". El jefe del Consell explicó que según le habían informado el documento llegó la mañana de ayer al juzgado y recordó que están "personados en la causa para garantizar que todo ese expediente está bajo sumario o, por lo menos, tiene que estar bajo el cuidado del juez, y no tiene que pasarse a través de ningún funcionario o ninguna persona que pueda ser de la conselleria". Por su parte, el síndic del PP, Jorge Bellver, a preguntas de los periodistas, se remitió también al comunicado de Vela.

Al margen de las declaraciones oficiales, la controvertida filtración causó ayer un considerable revuelo en el PPCV. La preocupación en el Palau de la Generalitat era ayer mayúscula, ya que pone en una com?plicada situación a un conseller que, por su negociado, es clave en el Ejecutivo. Aunque en principio en Presidencia se abogaba ayer por la prudencia, destacados dirigentes consultados por este diario admitían que el asunto podría acabar en una remodelación de Gobierno. Según estas voces, Fabra tiene muy difícil defender al conseller si se demuestra, como evidencian las imágenes, que le facilitó un documento importante para su defensa. Además, añadían, Vela podría ser imputado por la jueza por revelación de secretos. En ese caso, el presidente no tendría más remedio que sacrificarlo. Sea como fuere, la noticia corrió como la pólvora entre los diputados, que se hacían cruces por lo que consideraban una "torpeza" de Vela. Muchos no daban crédito. Otros iban más allá y acusaban a Blasco de maniobrar para airear el papel aun a costa de "matar" políticamente a Vela.

La polémica aumenta los problemas de Fabra. Su discurso contra la corrupción quedaría seriamente dañado si existe la sombra de la sospecha de que el Consell colabora con imputados. "La cuestión es si Vela actuó por su cuenta o estaba autorizado para pasar el papel a Blasco", apuntó ayer un diputado, que opina que si Fabra no actúa, Génova acabará interviniendo.