El exconseller de Hacienda y Administración Pública José Manuel Vela es un cargo público de marcado perfil técnico, quien desde hace quince años ha estado en la "fontanería" de las cuentas públicas de la Generalitat, primero como director general y luego como secretario autonómico.

Este catedrático de Economía Financiera y Contabilidad, de 50 años, empezó en la esfera pública en 1998 como director general de Economía, tras lo cual pasó a ser subsecretario de Política Presupuestaria y desde 2003, secretario autonómico de Presupuestos.

En 2011, tras las elecciones autonómicas, y cuando ya preparaba su reingreso en la Universidad, Francisco Camps le rescató del segundo escalón de la Administración para ascenderle a conseller, un cargo que según algunos había ejercido en la sombra en algunos momentos de la gestión de su predecesor, Gerardo Camps.

Al nuevo titular de Hacienda y Administración Pública hubo quien le dijo que llegaba "al peor cargo en el peor momento", y aunque se mostró optimista con su nueva responsabilidad, pronto se evidenció que le había tocado bailar con la más fea: tuvo que hacerse cargo de grandes recortes y ajustes y del adelgazamiento de la función pública.

Vela confesó al poco de asumir la cartera que la deuda no le dejaba dormir y durante su gestión fue gran defensor de los hispanobonos, aunque finalmente el Estado optó por el Fondo de Liquidez Autonómica, que él definió entonces como "hispanofondos".

La falta de liquidez de las arcas públicas le llevó a lidiar con los impagos a proveedores y las protestas de numerosos colectivos, e incluso el interventor de la Generalitat desveló que su situación había sido "muy delicada" cuando en tres ocasiones se estuvo a punto de no poder pagar las nóminas a los funcionarios.

Vela elaboró sus primeros presupuestos autonómicos bajo la premisa de la triple A (de austeridad, de ahorro y de ajuste) y una "poda selectiva" de capítulos, filosofía que en unos segundos presupuestos, los de 2013, fue sustituida por la de "todo lo que tiene que bajar poco, baja poco, y todo lo que tiene que bajar más, baja más".

Precisamente, fue en el debate inicial de los Presupuestos de la Generalitat para 2013 en Les Corts cuando Vela fue sorprendido por los fotógrafos entregando al diputado del PP Rafael Blasco un sobre que contenía supuestamente un informe secreto sobre el denominado "caso Cooperación" que había pedido el juzgado.

Esa supuesta filtración podría desembocar en su imputación judicial por revelación de secretos y ha motivado ya su marcha de la política, en la que no ha faltado quien, como la diputada de Compromís Mireia Mollà, ha visto detrás la mano de Blasco, quien a su juicio "muere matando" y ha hecho de Vela su "primera víctima".

En julio de 2011, en la toma de posesión de los altos cargos de su Conselleria, Vela parafraseaba a Francisco Camps, quien había pedido a los consellers que fueran excelentes marineros que se curten en la tormenta, y afirmaba que la función de su equipo sería intentar que escampara la "tormenta", para la cual ya contaban con "la vela".

Sin embargo, la tormenta desatada hace nueve días no ha escampado y ha terminado poniendo fin a la carrera política de quien en su toma de posesión aseguró que dejaría el cargo si se daba cuenta de que no era "la persona adecuada" para él.