En agosto de 1936, El Mercantil convirtió a sus redactores más prometedores en corresponsales de guerra. Sanchis Nadal, que tenía 30 años, se embarca con los 600 milicianos valencianos de la columna del capitán Uribarri que junto a la columna catalana del capitán Bayo se lanzan a la «reconquista» de las Baleares. Su compañero de redacción Manuel García Dasí, Tristezas, de 28 años, fue enviado al frente de Teruel. Detenido al acabar la guerra, fue fusilado en Paterna en 1940.

Cecilio Alonso cuenta que Sanchis Nadal en sus crónicas desde Baleares, firmada la última de ellas «bajo el fuego de la artillería», «aprovechó sus mejores recursos de narrador de aventuras para llegar al público. Su visión de la guerra, sobria y sin retórica, pone el foco siempre en la primera línea de fuego».

Tras convertirse Valencia en capital de la República, en noviembre de 1936, Sanchis Nadal se incorporó al gabinete de prensa del Jefe de Gobierno. La marcha del Ejecutivo a Barcelona el 31 de octubre de 1937 supuso también su traslado. Allí fue secretario de redacción en La Vanguardia, diario bajo la órbita de la UGT. Junto a su mujer y su hija formó parte de los 500.000 republicanos que se refugiaron en Francia, desde donde el 7 de junio de 1939 subieron a bordo del «Ipanéma», el segundo barco de exiliados que llegaría a México.