El voto valencianista que tenían les ha desertado. Si Joan Fuster, que siempre votaba PSPV, levantara la cabeza...

Yo no sé si el voto valencianista está aquí, allá o en varios sitios, lo que digo es que el PSPV jamás abandonará la defensa valencianista de su tierra, su lengua y su cultura. Nuestro vicesecretario Ciprià Císcar contribuyó, con la Llei d’Ús impulsada por el Consell de Lerma, a establecer un marco de defensa y promoción de nuestro patrimonio lingüístico. Esa ley y la sociedad protegen tanto su lengua que ni el PP se la ha podido cargar.

Qué al entierro de Andreu Alfaro no acuda el presidente de la Generalitat demuestra que este país sigue siendo anormal.

Demuestra que el PP apuesta por la represión y la censura, por cerrar ilegalmente TV3, censurar la música y los artistas en valenciano, por menospreciar su cultura. Mire, el modelo del PSPV es designar en el Consell Valencià de Cultura a Fuster, Alfaro, Berlanga, Gil Albert o eal Cardenal Tarancón. Y el PP, a Vizcaíno Casas. Con eso está todo dicho.

Si usted llega a presidente, ¿tirará de la universidad para formar gobierno, como Lerma?

Habrá gente de la universidad y de sectores profesionales, empresariales o sindicales, y del partido. Lo importante será desarrollar la agenda que no acepta Fabra en tres espacios: regeneración democrática, reconstrucción del país (plantear las bases del crecimiento económico) y diálogo y acuerdo social permanente, concertación con sindicato y empresarios.

¿Cómo va la campaña para recuperar a los 8.000 afiliados que se dieron de baja desde 2008?

La vamos a empezar ya. Será una campaña potente para vencer estos momentos de desmoralización social y de desafección a la política.

¿El PSPV logrará reconstruir los puentes con entidades y asociaciones de todos los ámbitos?

Estamos en ello y creo que lo estamos logrando. Una muestra: en la sede han venido desde los farmacéuticos y los dependientes hasta la hija de Vicent Andrés Estellés.

¿En qué ha quedado su propuesta de hacer un gobierno en la sombra?

Será en su momento una realidad. Cada cosa a su debido tiempo.

En su macroejecutiva XXL de 69 miembros, al final ¿cuántos trabajan?

Un porcentaje muy alto. Cada uno está haciendo su labor. Cada secretaría tiene su ámbito pero hay actividad política considerable y potente.