Nada más producirse el hundimiento del suelo del aula de una de las clases de cuarto de Primaria, la directora del colegio Hispanidad procedió a tocar la sirena indicativa de la necesidad de evacuar el centro. Rápidamente, los 180 alumnos que en ese momento había en el centro escolar fueron evacuados hacia los patios, al tiempo que tanto la Policía Local, la Guardia Civil, los bomberos, Protección Civil y varias ambulancias se dirigían al centro escolar. Simultáneamente se puso en conocimiento de los padres lo ocurrido para que acudieran al colegio para recoger a los pequeños o acudir al centro de salud en el caso de los accidentados.

Los testigos del accidente, al igual que los bomberos, la Policía Local y los responsables municipales, resaltaron la diligencia y el orden con el que la comunidad educativa llevó a cabo la evacuación del centro, debido fundamentalmente a los simulacros que periódicamente se realizan en el colegio y que, casualmente, se repitió una semana antes de las vacaciones de Navidad.

Mabel Pareja, una de las niñas heridas al desplomarse el forjado, señaló emocionada a la vuelta del centro de salud que «de repente vimos una nube de humo y luego una cortina de arenilla, al caer el suelo pensábamos que era una bomba, ya que sonó como una explosión y de repente nos encontramos entre los escombros». Y es que, este temor queda todavía patente entre los santapoleros, ya a escasos metros del centro escolar se ubica el cuartel de la Guardia Civil donde un coche bomba de ETA acabó con la vida de dos personas en 2002.

«Ha sido un susto muy fuerte, mi hijo a vuelto a nacer, en vez de desplomarse el suelo podría haber sido el techo y entonces seguramente hubiera sido mucho peor», señalaba emocionada Virginia, una de las madres de los pequeños que cayó al socavón, tras desplomarse el forjado. «Afortunadamente, los niños están leves y no tenemos que lamentar heridas graves», explicaba. Entre lágrimas, declaró que «si no solucionan esto y el colegio no está en perfectas condiciones» no volverá a llevar a su hijo, de 9 años.