La Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 2013 que se aprobó a finales de diciembre contiene un duro revés para las personas con discapacidad, ya que a partir del 1 de enero „y de forma gradual„ la Administración sanitaria ha comenzado a retirar la tarjeta roja de acceso gratuito a la prestación farmacéutica y ortoprotésica para sustituirla por una verde que supone la inclusión en el régimen general del afectado, según su nivel de ingresos.

La medida supone una «contundente agresión» al Estatuto de las Personas con Discapacidad que se creó por la ley 11/2003 de la Generalitat Valenciana, según declaró a Levante-EMV un portavoz del CERMI, que apuntó que han solicitado una entrevista con el conseller de Sanidad, Manuel Llombart, para tratar de encontrar una solución a una medida tan excluyente y drástica.

La Ley de Acompañamiento deja sin efecto el párrafo del artículo 16 del Estatuto de las Personas con Discapacidad que dice que la Generalitat Valenciana «garantizará la financiación gratuita para los productos incluidos en la prestación farmacéutica, el catálogo ortoprotésico y ayudas técnicas a los pacientes menores de 18 años con discapacidad diagnosticada con un grado de minusvalía igual o superior al 33 %, siendo extensible la prestación a los mayores de 18 años con un grado de minusvalía igual o superior al 65 %».

La eliminación de este derecho afectará sobre todo a los padres de niños con parálisis cerebral, fibrosis quística, espina bífida y otras discapacidades que de la noche al día pasarán de pagar cero por los pañales, sondas, medicamentos y demás artículos necesarios para la asistencia del niño, a abonar el 40 o el 50 %, según su renta.

La situación será especialmente peliaguda para la familias en desempleo que pueden encontrarse con un inesperado gasto mensual de centenares de euros.

La nueva normativa del Gobierno de Alberto Fabra será muy lesiva para las personas con enfermedades mentales como esquizofrenia que cobran una pensión de 400 euros y a lo mejor tienen que hacer frente al pago de fármacos por valor de 100, 200 euros al mes lo que podría provocar el abandono de los tratamientos y las consabidas consecuencias.

Una portavoz de la Asociación de Fibrosis Quística de la Comunitat Valenciana indicó que el aumento de la esperanza de vida de los afectados está asociada a los numerosos tratamientos farmacológicos que reciben. «Hay algunos enzimas que se toman a diario (Kreon) cuyo envase cuesta 60 euros y dura solo una semana». «La medida „agregó„afectará a la calidad de vida y a la duración de la vida porque no todo el mundo se podrá costear los tratamientos».