¿Insiste en que no tiene ni ha hecho ningún negocio con Luis Bárcenas?

Todo lo que se está diciendo es una desgracia para mí, que me está perjudicando mucho y una injusticia porque no tengo nada que ver. Las mentiras tienen la pata muy corta. Si este hombre [Luis Bárcenas] ha dicho, por hacerse el chulito y el grande, por fardar o aparentar, que tenía algo que ver conmigo abusando de mi amistad, pues es fácil comprobar que jamás ha tenido una sola acción ni nada en la sociedad La Moraleja. Porque en los 35 años que existe esa empresa solamente ha tenido cuatro accionistas: mis tres hijos y yo. Y desde hace años, la empresa de la explotación agrícola es de ellos tres y de una sociedad mía española.

¿Entonces Bárcenas utilizó su nombre ante el Dresdner Bank en Suiza sólo por fardar?

Pienso que fue para aparentar. Cuando vas a abrir una cuenta, el banco te pide avales, aunque sean morales. Te pregunta quién eres, quién puede dar la cara por ti, quieren saber a quién conoces y te abre una ficha con los contactos y los negocios que tienes. Para dejar claro a qué te dedicas. Él, entre los negocios que dijo, habló de que tenía intereses en La Moraleja y no los ha tenido nunca.

¿Pero la banca suiza no era el paradigma de la «discreción»? ¿Desde cuándo le interesa el origen del dinero?

No, ellos preguntan rutinariamente, al hacer el perfil del cliente, con quién se relaciona uno y qué tipo de perfil tiene. Si se relaciona con indigentes o con gente importante, con gente de una firma de las más importantes del mundo en el sector de los limones, o con Mariano Rajoy, o con otras empresas.

¿Y usted cómo sabe lo que preguntan? ¿Tiene cuentas en suiza?

Yo llevo más de 50 años de empresario y he abierto muchas cuentas corrientes en muchos países del mundo. Jamás he tenido en Suiza y es comprobable. Pero, perdone que le diga, si la tuviese lo diría porque no es ilegal. Con tal de que se declare, por supuesto.

¿El señor Bárcenas le dio poderes para que pudiera operar con su cuenta suiza, desde la que se transfirieron tres millones de euros a Brixco, S. A., que es cliente suyo?

No es verdad. Lo que me dio es una autorización para que pudiese preguntar sobre su cuenta del banco, pero ningún poder. Me pidió que preguntase por su cuenta, pero no quiero hablar más de este tema. Le puse en contacto con Brixco, que es cliente mía, y nada más que eso.

¿Para qué viajó a Suiza exactamente en febrero de 2009?

Tenía que ir por asuntos míos que no eran bancarios.

Hacía 14 días del estallido del caso Gürtel y la implicación de Bárcenas todavía no había trascendido. De haber sabido usted lo que supo después…

Si pudiese volver atrás jamás habría hablado con Bárcenas de este tema ni de nada ni habría hecho esa gestión. Pero claro, cuando surgió el tema este yo no conocía nada de lo que había pasado. También le digo que no todo lo que dice la prensa me lo creo. No quiero que se ofenda pero viendo lo que se dice de mí, ¿por qué me voy a creer lo que dicen de otros? Tenía un amigo que solía decir que cuanto más leía de historia moderna menos se creía la antigua. Si la que has vivido ves cómo se cuenta, ¿cómo creerse la que no se ha vivido y encima se contó basándose en la tradición oral? Temo más a la prensa que a una tormenta.

¿Cree que Bárcenas pudo obtener los 22 millones de la cuenta suiza de una manera lícita?

No lo sé. Como amigo mío, ¿cómo le voy a preguntar eso? Hace años que se dedica a los negocios.

¿Y esos negocios justificarían tanto ingreso?

No lo sé.

Pero como hombre de negocios que es usted tendrá olfato.

Como hombre de negocios y con olfato, como dice usted, digo que en los negocios se gana y se pierde. Es un hombre inteligente y supongo que habrá ganado mucho dinero pero no sé cuánto ni cómo.

¿Pondría la mano en el fuego por él?

Con todo lo que ha salido.. pero creo que sí. Mientras no se demuestre lo contrario... Rotundamente sí pondría la mano en el fuego. ¿Sabe por qué? Porque soy un hombre de honor y una persona cabal y sensata y amigo de mis amigos. Soy amigo de Bárcenas desde su infancia, era muy amigo de su padre, y lo conozco prácticamente desde que nació. Y no soy ni su juez, ni su fiscal, ni la policía. Soy amigo, y como amigo no me declaro solidario de cualquier equivocación o negligencia que haya tenido, pero no por eso dejo de ser su amigo. No quisiera que tuviese la impresión de que lo niego tres veces como en la Biblia. Por haber pasado esto no le niego el pan y la sal. Soy amigo de él. Espero que salga bien de esto y cuando todo pase...

¿No se siente traicionado por él en esa amistad?

No. El que debería sentirse traicionado si todo esto fuera verdad es el partido, no yo.

¿Ha llamado estos días a Bárcenas o él a usted?

No, ni él a mí ni yo a él. No quiero hablar con Luis Bárcenas ni con nadie.

¿Da crédito a que Luis Bárcenas repartiera sobres con sobresueldos en negro a parte de la cúpula del PP durante años?

No y le diré por qué no. Si hubiesen dicho que era un reparto a una persona, podría dar crédito. Pero ¿a docenas de personas y muchas de ellas conocidas mías? He de decirle que ni ellos son tan listos ni yo tan tonto para que me hayan engañado y no haya surgido la más mínima sospecha sobre qué estaba ocurriendo. Alguien se habría podido ir de la lengua y decir «esto está pasando». No me lo creo.

¿Pero no cree que el interés económico es desde siempre el mejor blindaje para el hermetismo y la «omertà»?

Eso sería un juicio de valor que ni tengo por qué compartirlo ni sería justo que yo lo haga. Le digo que no lo creo porque las evidencias no me invitan a creerlo. Un secreto no se guarda durante tantísimo tiempo y por tantas personas.

¿Cree que el anuncio de Rajoy y Cospedal de auditar las cuentas oficiales del PP de la etapa sirve para esclarecer algo o es simplemente una pose?

No le puedo contestar. ¿Cómo voy a saberlo? De la señora Cospedal no puedo hablar porque no la conozco. Pero para mí Mariano Rajoy es una persona honesta, íntegra, a más no poder, que se le parece al estilo de don Manuel Fraga, que es lo más honesto que he visto en mi vida. Pongo la mano en el fuego por Mariano Rajoy sin el más mínimo riesgo de quemarme. Es un hombre cabal, inteligente y sacrificado. Mire, podría estar ganando más dinero como registrador de la propiedad y está en política.

Usted no es rico de cuna, sino lo que se dice un hombre hecho a sí mismo. ¿Cómo despegó? ¿Con la venta de Nuevo Banco?

No, no, fue antes. ¿Cómo quiere que monte un banco sin dinero? Rico de cuna no soy, yo empecé a trabajar a los 14 años. No tengo estudios siquiera.

Aprovechando que tiene como cliente del extracto de sus limones a la multinacional líder mundial en bebidas no alcohólicas, la fórmula de ese refresco es secreta, pero ¿cuál es la fórmula para hacerse millonario de la nada?

No hay una fórmula para hacerse millonario y si la hubiera y la conociese tenga claro que no se la diría. Pero creo que trabajar más que nadie, 16 horas diarias desde la infancia. No tener juventud, como no la tuve yo. No rendirse nunca. Tener en cuenta que la mejor propaganda es la honestidad. Por eso yo tengo un gran prestigio en Salta, en Argentina. Allí todos me defienden, especialmente el gobernador de allí. Mire, he recibido más llamadas de apoyo desde Argentina en estos días que desde España, dándome ánimos. Que quieran hacer leña del árbol caído me parece...

Muy caído, no parece usted.

No, desde luego, pero me quieren tumbar.

En su condición de empresario, expolítico y extesorero. ¿Por qué cree nunca ningún empresario sale a denunciar la corrupción ?

Pues tendrá que preguntárselo a esos empresarios. A mí jamás ningún partido me ha pedido un céntimo ni yo he tenido ninguna obra ni negocio en España que necesitase permisos que negociar. No soy contratista ni nada.

Declaró en 1994 en el Congreso que como tesorero recaudó «migajillas» entre 1982 y 1989, porque el poder lo tenía el PSOE. Bárcenas ha llevado la tesorería en tiempos propicios a algo más que migajas.

Yo ayudé a don Manuel Fraga a montar el partido porque no estaba ni montado. Empecé siendo presidente de un banco cuyo principal accionista era yo y tenía sucursales en toda España. Lo vendí en 1977 por una cantidad muy importante. Con el tiempo, Fraga me pidió que llevara la tesorería del partido y en aquellos momentos pedíamos dinero. En una ocasión envié miles de cartas, muchos miles, a muchísimas personas pidiéndoles ayuda para el Partido Popular, que estaba en la más absoluta miseria. Recibí docenas de contestaciones dándonos dinero. Diez mil pesetas, quince mil, treinta mil pesetas...cantidades poco importantes pero que vinieron bien. De paso le digo de todo corazón que de lo único que me arrepiento en esta vida es de haber entrado en política y más aún de haber sido tesorero. Si volviese a nacer, ni loco.

Rubalcaba dijo que el PSOE aprendió la lección Filesa para no tener contabilidad B. ¿No aprendió el Partido Popular la lección del caso Naseiro?

¿Como quiere que le conteste si yo salí mucho antes de que estallase aquello?

Pero le salpicó de lleno.

La percepción mía es que no hubo ningún problema. En mis tiempos no se podía hacer. ¡Menudo era don Manuel! ¡Como para permitirlo! Un hombre que estuvo cotizando a la Seguridad Social hasta los 89 años y sin tener un duro. Hoy, a los partidos políticos con buena representación institucional, les dan grandes cantidades de dinero por los votos que han obtenido o los escaños o concejales cosechados en las elecciones. Hay que suponer que con eso los partidos tienen suficiente dinero para vivir.

Pues con todo eso, el PP valenciano está en inmerso en una causa judicial, acusado de haber sido financiado ilegalmente por la trama Gürtel. Otra vez por la financiación.

Viajo mucho y cuando estoy en España leo la prensa, pero sólo los titulares, la verdad. Tampoco le dedico mucho tiempo, tengo cosas más importantes que hacer y otros artículos y noticias más importantes que leer.

Pero seguirá la actualidad valenciana.

Más que valenciana, sigo la actualidad nacional.

¿La corrupción cree que es algo sistémico o son casos aislados y últimamente se acumulan más de lo que sería deseable?

Entiendo que son casos aislados. Por mi experiencia le diré que conozco a infinidad de políticos que son gente muy honrada y han dedicado tiempo y dinero a la política. Como me pasó a mí. Yo nunca cobré, ni nóminas, ni nada. Los años que estuve en política me costaron mucho dinero.

¿Con qué presidente de la Generalitat se queda?

No puedo opinar, estoy muy lejos y como le he dicho no sigo muy al detalle las informaciones. El único al que he conocido personalmente es a Eduardo Zaplana. Me parece un hombre honesto, simpático y buena persona. Me cae bien.

¿Conoce a Camps, que dimitió por los trajes?

Quizás alguna vez haya hablado con Francisco Camps. Y con Lerma, en alguna ocasión.

¿No viene usted mucho por Valencia?

Voy todos los años porque tengo un apartamento en El Mareny y ahí siempre paso un período de vacaciones. Viajo mucho pero al final hay muy poco tiempo de pasar por Valencia, que es mi tierra.

23 años después del caso Naseiro y de nuevo está metido en un lío.

De ninguna manera. Soy hombre de costumbres normales. Vivo igual hoy que hace 50 años. Vivo bien, pero como toda mi vida. No soy hombre de yates, ni aviones, ni de ostentaciones. Todo el dinero que gano lo reinvierto en mis empresas. Vivo en un chalé adosado como cualquier persona de la clase media-alta. Y nada más.

Después de tantos años en Argentina, veo que sigue usted hablando valenciano todavía.

Después de 40 años, la verdad es que lo utilizo muy poco. Cuando hablo de temas empresariales y delicados, como en esta conversación, prefiero expresarme en castellano porque me desenvuelvo mejor.

La saga política de los Sanchis continúa con un sobrino suyo, hijo de su hermano Rafael, que es teniente de alcalde de Catarroja.

Sí, es hijo de mi hermano Rafael. Soy el menor de los tres hermanos y ya tengo 75 años. Mis hermanos son ya mayores. Como usted sabrá, nos dedicamos los tres hermanos en un momento de nuestras vidas a la política. No quiero que a los nietos se les ocurra esa idea.

¿Y ahora mismo está en Madrid?

Sí. Aprovecho para decirle que he participado junto a quince personalidades —el único que no lo es soy yo— en un monográfico de una revista en homenaje a don Manuel Fraga.