Uno de los emblemas del legado del Gobierno de José María Aznar en la Comunitat Valenciana, el viaducto de Contreras sobre la la A-3, se ha tenido que cerrar al tráfico por un problema detectado en la estructura, según informó ayer el Ministerio de Fomento a través de un comunicado.

El corte de la circulación en 13 kilómetros de la A-3 se ha decidido para "preservar la seguridad vial", según el Ministerio de Fomento, y afecta sólo a la circulación en dirección Madrid-Valencia. Los vehículos que circulen desde Valencia hacia el interior de la península podrán seguir utilizando el viaducto de Contreras.

Mientras dura el corte provisional de uno de los sentidos de la A-3, los usuarios procedentes de Madrid volverán a utilizar el antiguo trazado de la N-III a lo largo de 15,8 kilómetros de trazado sinuoso y curvas sólo aptas para conductores experimentados. Fomento ha optado por desviar los vehículos en dirección Valencia "a través de la N-III entre los dos enlaces contiguos, el de Minglanilla (punto kilométrico 242) y el de Villagordo del Cabriel (punto kilométrico 255).

Deterioro de la celosía

Sobre el problema detectado en el viaducto, que acaba de cumplir 15 años, el Ministerio de Fomento fue muy escueto. "A partir de las inspecciones periódicas de conservación programadas en la zona, se detectó un deterioro en la estructura de la celosía metálica". Se trata de la estructura metálica, una especie de enrejado, sobre la que descansan los tableros del viaducto (por donde circulan los coches) y que a su vez se apoya en un tablero de neopreno, que descansa sobre las grandes pilastras del viaducto. El posible "deterioro", que Fomento no especificó, podría consistir en la corrosión de esta parte metálica del viaducto que, según los expertos consultados por este periódico, "podría haber provocado una grieta en la capa de rodadura" (en el asfalto, por donde circulan los coches) y de ahí que se haya interrumpido la circulación. "Si el problema no ha llegado al asfalto es muy difícil poder detectar un fallo en la infraestructura del viaducto, ya que la estructura metálica no es fácilmente visible".

Un deterioro al que no se tendría que haber llegado en los apenas quince años que tiene el puente y que, algunos ingenieros, achacan a la falta de mantenimiento por los recortes en mantenimiento y conservación de las carreteras valencianas.

Fomento no debe tener muy claro cómo atajar el problema del deterioro de la infraestructura ya que en el comunicado remitido ayer a los medios aseguró que el "corte provisional [de la A-3 a su paso por el viaducto de Contreras] permanecerá [vigente] para preservar la seguridad vial mientras se evalúa el problema y se estudia una solución adecuada" de la que se desconoce el coste que tendrá.