Aunque el Consell lo desconozca, un avión de hélice cargado de equipos electrónicos ha despegado este lunes del aeropuerto de Manises rumbo al de Castelló, en el que ha aterrizado a las 11.20 horas, para poner a prueba el funcionamiento de los sistemas de navegación y radioayuda de la base. Se trata de un trámite más en la certificación de la infraestructura, aunque tiene el valor simbólico de la llegada del primer avión al aeródromo castellonense, inaugurado hace casi dos años.

La aeronave es un Beechcraft-350, que es el modelo que emplea AENA para los vuelos de prueba, que son de dos tipos: de calibración y de maniobras. Los primeros consisten en comprobar que las referencias o señales que se emiten desde tierra son correctas. El avión ha sobrevolado la zona del aeropuerto y realizará maniobras de aterrizaje, aproximación y despegue a diferentes alturas. A través de estas operaciones, verificará las denominadas radioayudas, que son las señales radioeléctricas que se generan en las instalaciones terrestres y que permiten a la aeronave guiarse. Estas ondas son captadas por los sistemas del avión, que las traducen en datos que son visualizados por la tripulación.

El otro tipo de vuelo de prueba es el de maniobra, que analizará la correcta adecuación del camino que deben recorrer los aviones que aterricen en el aeropuerto de Castelló. Para ello se estudiarán los obstáculos que existen en el entorno de las instalaciones, en un radio de varios kilómetros.

Aerocas ha recurrido a AENA Internacional para que realice las pruebas, lo que ha supuesto a la Generalitat un desembolso cercano a los 120.000 euros. En tierra esperaba un amplio dispositivo técnico y se movilizarán todos los servicios de ingeniería para comprobar el buen funcionamiento de los sistemas de comunicación. Está previsto que las pruebas se prolonguen hasta el viernes.

Los vuelos de calibración son un paso más hacia la certificación de la infraestructura y no suponen la apertura inmediata del aeropuerto. El ejemplo más claro está en Murcia-Corvera, donde las pruebas se realizaron en abril del año pasado y todavía no está en marcha.

Operación de venta

¿Cuándo se abrirá al tráfico la base castellonense? La respuesta es una incógnita y está ligada a la operación de venta del aeropuerto. La Generalitat sigue sin concretar en qué punto está la negociación con el grupo hispanolibio que ha presentado una oferta de 87,5 millones y que promete otros 112 millones en inversiones para ampliar la instalación y desarrollar su zona logística. La operación depende de que el ofertante demuestre su solvencia a través de un aval, que el presidente de Aerocas, Carlos Fabra, cifró en 200 millones de euros. El Consell se fijó como fecha tope para cerrar la operación, en un sentido u otro, el 28 de febrero. Además de la del grupo hispanolibio, el gobierno valenciano dice manejar otras ofertas, aunque Aerocas sólo tiene constacia de la primera. Si no se materializan, la Generalitat asumirá la puesta en marcha del aeropuerto a través de la sociedad pública Aerocas.