El último número de la revista Vanity Fair dedica un amplio reportaje a la que denomina "pareja más desconocida del Partido Popular": Juan José Güemes y Andrea Fabra, a pesar de que los acontecimientos les han puesto en el primer plano de la actualidad política. Él fue el rostro de la polémica privatización de la sanidad en Madrid, con dimisión incluida; ella, la autora del célebre "¡qué se jodan!" en el Congreso.

El perfil del matrimonio que trazan Raquel Peláez y David López recuerda que la pareja se conoció en los años noventa y que fueron presentados por Rodrigo Rato en el Ministerio de Economía y Hacienda, donde ambos trabajaban. "Lo suyo fue un flechazo inmediato", cuentan a la revista los amigos de la pareja, que confiesan que tras 12 años de matrimonio la única noche que han dormido separados fue tras una discusión motivada por la guerra de Irak en 2003, porque Fabra no estaba de acuerdo con la postura del presidente Aznar.

La revista abunda en la trayectoria de Güemes desde sus inicios como consejero de Rato, pasando por sus años junto a Esperanza Aguirre en Madrid, hasta su dimisión en 2010 cuando, según revelan a la revista fuentes de aquel Gobierno, "ya no aguantaba más la tensión extrema con Ignacio González". Pocas semanas antes de su dimisión, el consejero mantuvo una discusión con González y Aguirre cuando se negó a apoyarles en la pugna por la presidencia de Caja Madrid frente a Rato. "Güemes, como siempre, ha estado pasteleando", criticó Aguirre.

Güemes carece de seguro médico, según la revista, a pesar de lo que pudiera parecer por ser el responsable del plan de privatización de la sanidad madrileña. Tras dejar la política, Güemes pasó varias semanas en Estados Unidos estudiando la reforma sanitaria que acababa de aprobar Obama. Según explica su entorno, motivado "por su curiosidad intelectual" y no porque estuviera ya planeado su paso a la sanidad privada. En enero Güemes renunció al cargo que ocupaba en la empresa Unilabs, que había pasado a gestionar el servicio de laboratorios clínicos que el Gobierno de Madrid privatizó siendo él consejero. "Lo contratamos porque estamos convencidos de que el futuro de España está en el valor añadido. En los profesionales que sepan aportar saber y conocimiento. Y él es uno de ellos", explica el director general de la empresa, Daniel Busturia, quien confiesa que no entiende aún "por qué dimitió".

También se entra en detalles sobre la carrera de Andrea Fabra, hija del expresidente de la Diputación de Castelló, Carlos Fabra. No son muy conocidos los siete años que trabajó en Telefónica hasta su llegada a la política nacional, primero en el Senado y ahora en el Congreso. Allí protagonizó en 2012 una fuerte polémica con la frase "Que se jodan". "Andrea es una persona sensible, que convierte los problemas de los demás en suyos. Jamás hubiese insultado a los parados", cuentan sus íntimos.

Tras aquella polémica la diputada pasó miedo durante varias semanas, pues recibió desde amenazas de muerte hasta pizzas enviadas por bromistas a la casa en la que vive con Güemes y los tres hijos de ambos en la lujosa urbanización de La Finca, a las afueras de Madrid. Continúa percibiendo las dieta por desplazamiento.