El Consell de Fabra ha heredado una Administración endeudada hasta la pestañas, con el gasto desbocado y gangrenada por los casos de corrupción. ¿Y cómo se ha llegado hasta aquí? El Síndic, Rafael Vicente, deslizó al menos una de las claves. Y es que, como se lamentó, las empresas públicas "no tienen control interno". Y no por casualidad: "Nacieron precisamente para huir del derecho administrativo". Por eso, "no nos extrañemos por todo lo que ha podido pasar", destacó, para añadir que no sujetar las firmas públicas a un control previo, es "el origen de muchos de nuestros males". No obstante, resaltó que esta situación "se está subsanando al atribuir a la Intervención General una serie de facultades de control de las empresas públicas", obligándolas a tener un auditor interno. Con ello se ha dado un "paso importante para sujetar las empresas públicas". "Somos la primera comunidad que da ese paso", valoró.

Deficiencias en Feria Valencia

El auditor también avanzó que el próximo año recibirán todos los contratos del sector público a partir de una determinada cantidad, y los auditará. Sobre las facturas en los cajones, alabó el esfuerzo del Consell por "corregir" esta situación, que la Sindicatura viene reflejando desde 1988. Incluso ofreció a los diputados un cuadro que refleja cómo el Consell ha pasado de 24,5 millones de gastos sin consignación presupuestaria en 1988 a 3.506,6 en 2011. De éstos, 300,5 siguen siendo facturas en los cajones no reflejadas en ningún sitio. Hasta 1995, año que el PSPV gestionó hasta junio, había 178,2 millones. Su experiencia en esta materia es la que ha llevado al INE y al Eurostat a venir a Valencia, y miembros de la Sindicatura a acudir a Madrid, para informarse de su trabajo, explicó.

Vicente habló de "deficiencias contables" en Ciegsa y Feria Valencia pero, a la pregunta de si va a fiscalizar la institución ferial, habida cuenta de que el Consell asume toda su deuda, reconoció que sobre este asunto tienen "una discusión jurídico-técnica". No obstante, él defiende que la deuda de la entidad "hay que computarla como deuda de la Generalitat y que cobra las subvenciones". El socialista Julián López enfatizó que el único ente que cobró la subvención del Ejecutivo íntegra en 2011 fue Feria Valencia.

Sobre la Epsar, constató la existencia de "debilidades enormes a la hora de comprobar la gestión de Emarsa, una empresa pública dependiente de una entidad metropolitana del Ayuntamiento de Valencia", así como "debilidades en el control interno y de la gestión del Emshi". Los informes, dijo, revelan "debilidades de control" en el Palau de les Arts y la Ciudad de la Luz.