La exjefa de servicio de Cooperación Lola Escandell y la trabajadora de su departamento Francine Codina, ambas imputadas en la causa, señalaron ayer a sus superiores como responsables de las irregularidades cometidas en el departamento que dirigía Rafael Blasco.

Según fuentes jurídicas, Escandell afirmó que el exjefe de área Marc Llinares le quiso obligar a firmar el proyecto de Cyes, en el que se compraron pisos con dinero de Cooperación, pero que se negó. La exjefa de servicio explicó que Blasco reunió a todos los funcionarios cuando saltó el escándalo para decirles que no había nada y que todo era un ataque político. La funcionaria desveló que muchas de las facturas y papeles que circulaban por la conselleria no estaban claros y que se quejó a sus superiores.

Por su parte, la técnico Francine Codina, que trabajaba en la conselleria pero que estaba a sueldo de Fundar, relató que el expediente de la Fundación Cyes «estaba guardado bajo siete llaves». Codina explicó que en el proyecto de Haití le intentaron colar facturas de viajes privados para justificar las subvenciones. La mujer afirmó que las órdenes se las daba Llinares y que sólo obedecía. Confirmó el descontrol en el departamento.