"Aprobar o no aprobar, esa es la cuestión" diría Hamlet si fuera uno de los más de 6.000 maestros y profesores interinos de las bolsas de trabajo de la Conselleria de Educación que nunca ha aprobado una oposición docente. La consellera María José Català quiere finiquitar el acuerdo de interinos que ordena las más de 80 bolsas de trabajo de la conselleria según el orden de entrada en ellas, lo que ha permitido que enseñantes que no han superado ninguna de las 18 oposiciones convocadas por la Generalitat en los últimos 20 años (1992-2012) copen los primeros puestos.

El propósito de Català es rebaremar esas más de 80 bolsas de especialidades docentes de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos en función de las nota obtenida en la fase de oposición con el fin de que accedan "los mejores" a las plazas vacantes o a las sustituciones.

Educación volverá a quedarse sola en la Mesa Sectorial de hoy frente a los cinco sindicatos docentes presentes en ella, que rechazan de plano la rebaremación e incluso algunos de ellos amenazan con denunciar a la conselleria por romper el acuerdo.

Las bolsas de interinos de Educación cuentan con alrededor de 12.000 docentes -5.000 maestros y 7.000 profesores de Secundaria y otros cuerpos-, de los que poco más de 8.000 de ellos han logrado entrar este curso en las ruedas de sustituciones y vacantes.

La mayoría de ellos, más de 6.000, nunca han superado los exámenes de una oposición docente del Consell o ni siquiera han aprobado ni un ejercicio. Además de estos dos supuestos, están también los interinos que aprobaron una oposición pero no obtuvieron plaza en el concurso de méritos. Finalmente tenemos a los últimos en llegar a las bolsas, que pese a aprobar la oposición -más de 3.300 de ellos con notas importantes según Català-, nunca pueden trabajar en la Administración porque tienen a los otros tres grupos por delante.

Los primeros puestos en las bolsas no se han movido desde 1991. Nadie ha ascendido posiciones salvo que el que tenga por delante haya abandonado la bolsa o aprobado las oposiciones y ganado una plaza en el concurso de méritos posterior. Algo que muchos de ellos han preferido no hacer porque el tener un puesto alto en la lista garantiza una vacante cercana al domicilio, mientras que la plaza en propiedad podría estar a cientos de kilómetros.

Antes de la rebaremación, Educación plantea una especie de revalida para los interinos que nunca han aprobado una oposición al supeditar el conservar su posición en las bolsas a superar los exámenes. Así, aquellos que no tienen ningún ejercicio aprobado deberán superar la fase de oposición de la próxima convocatoria de su especialidad, tanto para el cuerpo de maestros como para el de profesores. Los que si tienen algún ejercicio deberán superar alguna de las dos próximas oposiciones de su especialidad en el caso de Primaria y una en Secundaria.

Los interinos que aprueben durante esta moratoria mantendrán sus puestos en la lista, al igual que los que ya la tenían superada, mientras que el resto se ordenarán por la nota en la oposición.